14 de marzo de 2008

Ironía y publicidad

El Palacio de Hierro anuncia "Por fin un libro que todos van a leer." Y se refiere a una guía de estilos del almacén, celebrando, a la vez, nuestro gusto por lo prescindible y nuestro analfabetismo funcional, ya bien generalizado.

La frase "En nuestro mundo luchamos por lo que queremos. Un mundo diferente" no es más una frase dicha por un joven en los años sesenta. La dice el locutor de un comercial. Lo hace en la televisión mientras un hombre en la pantalla hace todo por recuperar su botella de cerveza Modelo Light. Todo un revolucionario.

El una vez romántico nombre de Copa Libertadores ya no lo es tanto. Ahora, rentable y paradójico, el torneo se llama Copa Santander Libertadores. Al menos el Libre Mercado tiene sus destellos de sentido del humor.

83 maneras de cambiar el mundo

¿Cuáles son las fuerzas que empujan a la sociedad? ¿Por qué la gente se rebela? ¿Son héroes o son vándalos? Hoy, un creciente número de personas están enfocadas a crear soluciones alternativas para la sociedad, en lugar de depositar su fe ciegamente en expertos y políticos. Otros confrontan los sistemas actuales, con el fin de desmantelarlos. Take action! 83 Ways to Change the World es una exposición en el Museum of World Culture, sobre individuos que ocupan tierras, que se niegan a obedecer ciegamente, que crean ejércitos de payasos, que tejen sus propias bolsas Gucci o que fundan sus propios bancos. Se resisten y se hacen preguntas, algunas veces arriesgando sus propias vidas. La visita a la exposición incluye un kit, a manera de manual.






5 de marzo de 2008

Al servicio del Imperio

Artículo escrito por Lamis Andonis publicado en

http://www.nodo50.org/csca/agenda2002/iraq/andonis_19-12-02.html

El vicesecretario de Defensa Paul Wolfowitz y el resto de los halcones de la guerra de EEUU están sin duda en deuda con el historiador de Princeton: a la edad de 86 años, Bernard Lewis no solo ha proporcionado una justificación histórica para la "guerra contra el terrorismo" de Washington sino que ha emergido como el principal ideólogo para la recolonización del mundo árabe a través de la guerra contra Iraq.

La obra de Lewis, especialmente su libro What Went Wrong: Western Impact and Middle Eastern Response, ha sido la principal fuente de lo que es prácticamente un manifiesto para quienes abogan por la intervención militar de EEUU para "establecer la democracia en Oriente Medio". Al declarar que los pueblos de Oriente Medio (es decir, los árabes y los persas) han fracasado en alcanzar la modernidad y han caído en "una espiral de odio y rabia", Lewis exculpa de un plumazo a las políticas imperiales estadounidenses y proporciona un imperativo moral a las doctrinas de los "ataques preventivos" y del "cambio de régimen" del presidente Bush.

Pero el papel de este hombre, que hace doce años acuñó el término "Choque de Civilizaciones" adoptado posteriormente por Samuel Huntington, ha ido más allá del de ser "un apologista del colonialismo", como Edward Said -su más reconocido crítico- le describe. De hecho, Lewis, de acuerdo con informes publicados y con sus propias declaraciones, ha tenido mucho que ver con el fomento, el diseño y la promoción de las políticas más duras de la Administración Bush en su apoyo a Israel contra los palestinos y del uso agresivo de la fuerza militar de EEUU en esa región.

Su influencia no es solo resultado de su altura académica y de su prolífica obra sobre el Islam, sino fundamentalmente de su condición de miembro en una alianza de neo-conservadores y sionistas de línea dura que han alcanzado puestos claves en la Administración Bush. Dirigidos por el secretario de Defensa Donald Rumself y Wolfowitz, la poderosa alianza ha estado intentando poner en práctica una visión que han estado defendiendo desde los años 90 para garantizar la supremacía sin rival de EEUU mediante la eliminación de todas las amenazas potenciales.


29 de febrero de 2008

Who killed the electric car?

Tiempos de bonanza tecnológica. En unos cuantos años la computadora pasó de ser un monstruo de varios metros cúbicos a una pequeña libreta sobre el escritorio. Como la computadora, el mundo corre como nunca, transformado los objetos a pasos agigantados. Pero con el automóvil no ha sido así. Cien años después, el más grande fetiche tecnológico sigue siendo el mismo dinosaurio impulsado por el ya ridículo recurso de la combustión interna. Un par de generaciones ha escuchado hablar del coche eléctrico. Pero su materialización ha sido una utopía y el petróleo sigue siendo la causa principal de nuestros tan sonados achaques climáticos. Y así será, mientras los formas en las que nos movemos respondan a intereses que no son nuestros. Who killed the electric car? es un documental cuya pregunta, sin duda, nos llevará a las respuestas que todos suponemos.

28 de febrero de 2008

¿Globalización o Imperialismo?

La globalización se sitúa en el centro de varias agendas intelectuales y políticas, dado que plantea preguntas cruciales acerca de lo que, se considera ampliamente, constituye la dinámica fundamental de nuestro tiempo: la transformación radical de las relaciones e instituciones sociales y económicas que, en los albores del siglo XXI, redefinen una época.

La globalización es tanto una descripción como una prescripción, que a su vez sirve como explicación – una explicación pobre – y como ideología que domina el pensamiento social y el diseño y puesta en práctica de políticas. En cuanto descripción, “la globalización” se refiere a la ampliación y profundización de los flujos internacionales de comercio, capital y tecnología e información dentro de un solo mercado global integrado. De la manera como sucede con el término “aldea global”, sirve para identificar un conjunto de cambios producidos por la dinámica del desarrollo capitalista, al igual que la difusión de valores y prácticas culturales asociada con este desarrollo. En este contexto, frecuentemente se hace referencia a los cambios ocurridos en la organización capitalista de la producción y de la sociedad; extensiones de un proceso de acumulación de capital hasta ahora ejercido principalmente en el ámbito nacional y restringido a los confines – y poderes reguladores – del Estado. En cuanto prescripción, la globalización supone la liberalización de los mercados nacionales y mundial bajo la creencia de que el libre flujo de comercio, capital e información producirá el mejor resultado para el crecimiento y el bienestar humano. En ambos niveles, sea descriptivo o prescriptible, “la globalización” se presente con el aura de lo inevitable y de una convicción avasalladora, delatando sus raíces ideológicas...

Tenemos aquí una importante división entre la perspectiva teórica y analítica. Por un lado, quienes conciben la globalización como un conjunto de procesos interrelacionados e inevitables, a la que sólo puede y debe hacérsele determinados ajustes… Desde esta perspectiva (i.e. lo inevitable de la globalización), el asunto por dilucidar es cómo un país en particular, o un grupo de países, puede ajustarse a los cambios de la economía mundial e insertarse en el proceso de globalización bajo las condiciones más favorables. [Keith] Griffin, entre otros, cree que tal integración y adaptación es una cuestión necesaria y posible. El asunto, argumenta, es de qué manera pueden encauzarse las fuerzas que conducen el proceso de globalización para servir a los requerimientos del desarrollo humano.

Por otro lado, quienes conciben la globalización como proyecto de clase, y no como proceso inevitable, visualizan los hechos y cambios asociados con ésta de manera diferente. Bajo esta óptica, el término globalización no es considerado como particularmente útil para describir la dinámica del fenómeno. Es visto, en cambio, al igual que lo hacemos nosotros, como una herramienta ideológica utilizada por la prescripción. En este contexto, puede contraponerse con un término que tiene un valor descriptivo y un poder explicativo considerablemente mayor: imperialismo.

Partiendo de este último concepto, la red de instituciones, que define la estructura del nuevo sistema económico global, no es considerada en términos estructurales sino como intencional y contingente, sujeta al control de individuos que representan y promueven los intereses de una nueva clase capitalista internacional. Dicha clase, se argumenta, está sustentada en instituciones que conjuntan alrededor de 37,000 corporaciones transnacionales (TNC), las cuales son las unidades operativas del capitalismo global, portadoras del capital y la tecnología, y principales agentes del nuevo orden imperial. Estas TNC no constituyen el único fundamento organizacional del nuevo orden: incluyen también el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones financieras internacionales (IFI), es decir, “la comunidad financiera internacional”, o lo que Barnet y Cavenagh denominan, “red financiera global”. Además, el Nuevo Orden Mundial está integrado por una miríada de foros de planeción y diseño de políticas globales, tales como el Grupo de los Siete (G-7), la Comisión Trilateral (CT) y el Foro Económico Mundial (FEM); al igual que por el aparato de Estado de los países situados en el centro del sistema, aparato que ha sido reestructurado para servir y responder a los intereses del capital global. Todas estas instituciones forman parte integral del nuevo imperialismo: el nuevo sistema de “gobierno global”.

Petras, James y Henry Velimeyer, “Comprender el desarrollo mundial: ¿globalización o imperialismo?” en La globalización desenmascarada. El imperialismo en el siglo XXI, México, 2003.

24 de febrero de 2008

La confusión

El objetivo principal de la ideología de la clase dominante es la confusión. (...) Los procedimientos contra-revolucionarios que causan la confusión son, paralelamente, la anexión parcial de los nuevos valores y una producción deliberadamente anti-cultural apoyada en los medios de la gran industria (novela, cine, -televisión-), consecuencia natural del embrutecimiento de la juventud (...). La ideología dominante organiza la banalización de los hallazgos subversivos y los difunde ampliamente una vez esterilizados. Incluso consigue servirse de los individuos subversivos: muertos por el falseamiento de su obra y vivos gracias a la confusión ideológica general, drogados con una de las místicas con las que comercia.

17 de febrero de 2008

La extinción del hombre culto

Doris Lessing.

"La educación de antaño habría contemplado la literatura e historia griegas y latinas, y la Biblia, como la base para todo lo demás. Él -o ella- leía a los clásicos de su propio país, tal vez a uno o dos de Asia, y a los más conocidos escritores de otros países europeos, a Goethe, a Shakespeare, a Cervantes, a los grandes rusos, a Rousseau. Una persona culta de Argentina se reunía con alguien similar de España, uno de San Petersburgo se reunía con su homólogo en Noruega, un viajero de Francia pasaba tiempo con otro de Gran Bretaña, y se comprendían, compartían una cultura, podían referirse a los mismos libros, obras de teatro, poemas, cuadros, que formaban un entramado de referencias e informaciones que eran como la historia compartida de lo mejor que la mente humana había pensado, dicho y escrito. Esto ya no existe.El griego y el latín están desapareciendo. En muchos países la Biblia y la religión ya no se estudian.



(...) Hay un nuevo tipo de persona culta, que pasa por el colegio y la universidad durante veinte, veinticinco años, que sabe todo sobre una materia -la informática, el derecho, la economía, la política-, pero que no sabe nada de otras cosas, nada de literatura, arte, historia, y quizá se le oiga preguntar: "Pero, entonces, ¿qué fue el Renacimiento?" o "¿qué fue la Revolución Francesa?". Hasta hace cincuenta años a alguien así se le habría considerado un bárbaro. Haber recibido una educación sin nada de la antigua base humanista: imposible. Llamarse culto sin un fondo de lectura: imposible. Durante siglos se respetaron y se apreciaron la lectura, los libros, la cultura literaria. La lectura era -y sigue siendo en lo que llamamos el Tercer Mundo- una especie de educación paralela, que todo el mundo poseía o aspiraba a poseer. Les leían a las monjas y monjes en sus conventos y monasterios, a los aristócratas durante la comida, a las mujeres en los telares o mientras hacían costura, y la gente humilde, aunque sólo dispusiera de una Biblia, respetaba a los que leían. En Gran Bretaña, hasta hace poco, los sindicatos y movimientos obreros luchaban por tener bibliotecas, y quizás el mejor ejemplo del omnipresente amor a la lectura es el de los trabajadores de las fábricas de tabaco y cigarros de Cuba, cuyos sindicatos exigían que se leyera a los trabajadores mientras realizaban su labor. Los mismos trabajadores escogían los textos, e incluían la política y la historia, las novelas y la poesía. Uno de sus libros favoritos era El Conde de Montecristo. Un grupo de trabajadores escribió a Dumas pidiendo permiso para emplear el nombre de su héroe en uno de los cigarros.(...) Vivimos en una cultura que rápidamente se está fragmentando. Quedan parcelas de la excelencia de antaño en alguna universidad, alguna escuela, en el aula de algún profesor anticuado enamorado de los libros, quizás en algún periódico o revista. Pero ha desaparecido la cultura que una vez unió a Europa y sus vástagos de ultramar."

24 de enero de 2008

Terapia de choque para la nación

Artículo escrito por Naomi Klein, publicado en La Jornada
El mundo vio el 14 de octubre de 2007 un video en el que agentes de la policía montada canadiense usaron una Taser* contra un hombre polaco en el aeropuerto internacional de Vancouver. El hombre, Robert Dziekanski, murió poco después del ataque. En días recientes han salido a la luz pública más detalles acerca de él. Resulta que el señor de 40 años no sólo murió después de sufrir una descarga eléctrica, su vida también estuvo marcada por choques**.

Dziekanski era un joven adulto cuando, en 1989, Polonia comenzó un magno experimento llamado “terapia de choque” para la nación. La promesa era que si el país comunista aceptaba una serie de brutales medidas económicas, la recompensa sería un “país europeo normal”, como Francia o Alemania. El dolor duraría poco, la recompensa sería enorme.

Así que, de la noche a la mañana, el gobierno polaco eliminó los controles de precios, recortó drásticamente los subsidios, privatizó las industrias. Pero, para los trabajadores jóvenes como Dziekanski, lo “normal” nunca llegó. Hoy, aproximadamente 40 por ciento de los trabajadores polacos jóvenes están desempleados. Dziekanski era uno. Había trabajado de cajista y minero, pero durante los últimos años estuvo desempleado y había tenido enfrentamientos con la ley.

Como tantos polacos de su generación, Dziekanski se fue a buscar trabajo en uno de esos países “normales”, en los cuales se suponía que Polonia se convertiría. Tan sólo durante los últimos tres años, 2 millones de polacos se sumaron a este éxodo masivo. Los compañeros de Dziekanski se han ido a trabajar de cantineros en Londres, porteros en Dublín, plomeros en Francia. Dziekanski optó por seguir a su madre a Columbia Británica, Canadá, que está en un boom de construcción pre Olimpiadas.

“Tras esperar siete años, [Dziekanski] llegó a su utopía, Vancouver”, dijo el cónsul general polaco Maciej Krych. “Diez horas después, estaba muerto.”

Mucha de la indignación provocada por el video, filmado por otro pasajero en el aeropuerto, se enfocó en el controvertido uso de las Tasers, ya implicadas en 17 muertes en Canadá y muchas más en Estados Unidos. Pero lo que ocurrió en Vancouver tenía que ver con más que tan sólo un arma. También se trataba de ese lado cada vez más brutal de la economía global. Tenía que ver con la realidad de lo que enfrentan en nuestras fronteras muchas víctimas de varias formas de “terapia de choque”.

Las transformaciones económicas rápidas, como la polaca, han creado enorme riqueza en nuevas oportunidades de inversión, especulación cambiaria, en compañías más eficientes y más mezquinas, capaces de peinar el globo terráqueo en busca de la locación más barata para manufacturar. Pero, de México a China a Polonia, también han creado decenas de millones de personas desechadas, gente que pierde sus empleos cuando las fábricas cierran o que pierde sus tierras cuando se abren zonas de maquila.

Comprensiblemente, mucha de esta gente elige desplazarse: del campo a la ciudad, de un país a otro. Así como parece que Dziekanski hacía: van en busca de ese elusivo “normal”.

Pero no hay suficiente normal que alcance para todos. O al menos eso nos hacen creer. Así que conforme los migrantes se mueven, muchas veces se tienen que enfrentar con otros choques. Una traicionera valla de alambre de cuchillas que protege los enclaves norafricanos de España o una pistola Taser en la frontera de México con Estados Unidos. Canadá, que antes era mundialmente reconocido por su apertura hacia los refugiados, ahora militariza sus fronteras y la línea divisoria entre inmigrante y terrorista se vuelve cada vez más borrosa.

El trato inhumano que Dziekanski recibió de la policía canadiense debe ser visto en este contexto. La policía fue llamada cuando Dziekanski, perdido y desorientado, comenzó a gritar en polaco y, en determinado momento, arrojó una silla. Enfrentados con un extranjero como Dziekanski, que no hablaba inglés, ¿para qué hablar si se puede aplicar una descarga eléctrica? Se me ocurre que la misma lógica brutal, de la ruta más corta, guió la transición económica de Polonia hacia el capitalismo: ¿para qué tomar la ruta gradual, que requería de debate y aprobación, cuando la “terapia de choque” prometía una cura instantánea, aunque dolorosa?

Sé que estoy hablando de muy diferentes tipos de choques, pero sí se interconectan en un ciclo que llamo “la doctrina del choque”. Primero viene el choque de una crisis nacional, que orilla a los desesperados países a cualquier tipo de cura, dispuestos a sacrificar un proceso democrático. En 1989, en Polonia, ese primer choque fue el repentino fin del comunismo y el derrumbe económico. Después vino la terapia de choque económico, el proceso antidemocrático pasado a través de una ventana de crisis que logró que el crecimiento económico arrancara, pero que sacó a mucha gente de la foto.

En demasiados casos hay un tercer choque, el que disciplina y se encarga de la gente desechada: los desesperados, los migrantes, aquellos a los que el sistema enloquece.

Cada choque tiene el potencial de matar, algunos más repentinamente que otros.

* Arma que dispara descargas eléctricas, N de la T

** La autora, de nacionalidad canadiense, juega con las diferentes acepciones de la palabra shock en inglés: descarga eléctrica, terapia de choque económico (economic shock therapy) y conmoción. En castellano, la editorial Paidós tradujo el reciente libro de Naomi Klein como La doctrina del shock. T

© Naomi Klein www.naomiklein.org

Traducción: Tania Molina Ramírez

México: número uno en migrantes económicos

Artículo escrito por Roberto González Amador, publicado en La Jornada

BM: se consolida el país como el máximo expulsor de personas en busca de empleo

La frontera México-EU, el mayor corredor migratorio en el mundo
Crece también la salida de gente con instrucción universitaria, en su mayoría médicos
Es además el tercer receptor de remesas en el planeta, con 25 mil millones de dólares
México se consolidó como el país con más migrantes económicos en el mundo, en un flujo que ha convertido a la frontera con Estados Unidos en el punto de mayor tránsito de personas que van de un país a otro en busca de empleo, reveló un nuevo informe del Banco Mundial (BM).

El reporte, concluido hace menos de dos semanas, dio cuenta de la relevancia que han adquirido las remesas familiares en la economía nacional. México es el mayor receptor de remesas en la región, con un flujo que el Banco Mundial estimó para 2007 en 25 mil millones de dólares, uno por ciento más de las registradas por este ente en 2006.

El organismo también reportó un aumento de la migración de mexicanos con instrucción universitaria. Según datos recientes, 5 por ciento de los médicos que se forman en México van a trabajar a otro país, un porcentaje que duplica la media latinoamericana.

La información del Banco Mundial fue divulgada en momentos en que crece el temor de que los problemas en el sistema financiero de Estados Unidos, causados por un gran volumen de préstamos hipotecarios colocados sin garantía, se trasladen al sector productivo de la economía. La actividad económica de México es altamente dependiente de Estados Unidos, especialmente en el sector industrial y en cuanto a flujo de mercancías e inversiones.

El informe Migration and remittances factbook indicó que 11.5 millones de ciudadanos mexicanos han salido a otras naciones y, aunque no lo especifica, sobre todo a Estados Unidos. Esta cantidad es similar a la de Rusia, nación que tiene 140 millones de habitantes, 35 millones más que México.

En tercer sitio se encuentra India, con mil 110 millones de habitantes, de los que 10 millones han dejado su patria.

La migración de mexicanos y también de ciudadanos centroamericanos desde territorio mexicano ha convertido los 3 mil kilómetros de frontera común entre México y Estados Unidos en el mayor “corredor de migración” –como lo llama el Banco Mundial–, en el planeta, con un flujo de personas mayor al que se registra en las fronteras de Europa del Este o en puntos densamente poblados, como en Bangladesh e India.

Así, por el “corredor” México-Estados Unidos, en un periodo de cinco años, cruzaron 10.3 millones de migrantes hacia aquel país, una cantidad que fue más del doble del punto geográfico situado en segundo lugar, Rusia-Ucrania, con 4.8 millones de personas en similar periodo. En tercer sitio reportó el “corredor” Ucrania-Rusia, con 3.6 millones de personas.

Así como se ubica como el mayor expulsor de migrantes, México se colocó, como consecuencia, como el tercer receptor de remesas, con 25 mil millones de dólares, según la estimación del Banco Mundial –que difiere de proyecciones oficiales, que sitúan este flujo de recursos en 23 mil 500 millones de dólares. El primer sitio es ocupado por India, con 27 mil millones de dólares, y el segundo por China, con 25 mil 700 millones de dólares.

Según el reporte, 2.4 por ciento de los médicos de Latinoamérica han emigrado, una tasa que, en el caso de México, alcanza 5 por ciento.

9 de enero de 2008

Obesidad y comida chatarra

Fragmentos del artículo "Engaños y más engaños" escrito por René Drucker Colín y publicado el 8 de enero de 2008 en la Jornada.

Todos los días vemos en la televisión una serie de anuncios sobre una gran variedad de productos, que en la mayoría de los casos no sirven para lo que dicen que sirven. Muchos de estos anuncios se repiten a veces por decenas de minutos en horarios televisivos muy estratégicos. Ahí podemos ver desde las ridículas cremas reductoras, los instrumentos de diversa índole que producen unos cuerpos maravillosos en unos cuantos días, que en la realidad no sirven para nada, o más bien, sirven para enriquecer a consorcios económicos de dudosa respetabilidad, hasta alimentos que tienen, eso sí, la calidad de ser chatarra.

La chatarra, según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, es un término utilizado para definir algo de muy baja calidad. Es por ello que a los alimentos que contienen conservadores, colorantes, saborizantes artificiales, altos niveles de azúcar, grasas saturadas y colesterol se les conoce como comida chatarra. Ejemplos abundan desde que llegaron a México los McDonald’s y similares. Una “dieta chatarra”, rica en sales y azúcares, aunada a la falta de actividad física, trae consigo serias implicaciones para nuestra salud y la de nuestros hijos.

Más de 70 por ciento de los mexicanos en edad adulta padecen sobrepeso u obesidad y 10 millones de niños y adolescentes presentan ya este problema.


La situación sin duda tiene su origen en malos hábitos alimenticios, pero también en una engañosa publicidad y un asfixiante sistema de comercialización.

Según la asociación llamada El Poder del Consumidor, un niño que ve la televisión dos horas diarias habrá estado expuesto en un año a 12 mil 775 anuncios de productos chatarra y ni uno solo de información nutricional.

Investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán llevaron a cabo un estudio que arrojó datos importantes sobre costumbres alimenticias de nuevas generaciones de mexicanos. De un total de 4 millones y medio de niños de primero a sexto año de primaria, 28 por ciento llevaba de su casa algo para comer a la hora del recreo, 70 por ciento llevaba consigo dinero para comprar en la cooperativa y sólo 2 por ciento dependía de los desayunos escolares. De los niños que llevaban dinero, la gran mayoría compraba dulces, golosinas, frituras y refrescos [...]

Ante este incesante consumismo, la ciencia mundial ha llegado a conclusiones reveladoras: los adictos a la comida chatarra sufren el mismo tipo de enfermedad que las personas aquejadas por el alcoholismo o las drogas; de hecho, ahora se sabe que los cerebros de pacientes hambrientos operan de manera muy similar a los que sienten ansiedad por consumir alguna droga lícita o ilícita. Pero el mayor dilema es la inmensa problemática surgida en años recientes: la obesidad en nuestra población. México se ha colocado como el segundo país con mayor población de obesos después de Estados Unidos [...]

3 de enero de 2008

La (vacía) era del consumo

Cuando a Franklin D. Roosevelt le preguntaron qué libro daría a los soviéticos para mostrarles las ventajas de la sociedad estadounidense, señaló el catálogo de los almacenes Sears.

Durante el período de expansión económica posterior a la II Guerra Mundial, los consumidores occidentales, y especialmente los de Estados Unidos, se convirtieron en los más privilegiados, y los más hostigados, del planeta.



A lo largo y ancho de Estados Unidos surgían nuevos anhelos con el desarrollo de centros comerciales que permitían a los consumidores comprar a todas horas en condiciones climáticas controladas. Cuando el centro comercial Southdale abrió sus puertas en Minnesota en 1950, sus anuncios proclamaban que "cualquier día sería perfecto para hacer compras en Southdale".

En la década de 1970 se calculaba que los estadounidenses pasaban más tiempo en los centros comerciales que en ningún otro sitio, aparte de sus lugares de trabajo y sus casas.

—Fragmento del libro Ansiedad por el Estatus, de Alain de Botton

Graffiti vs publicidad

Una pared siempre ha sido el mejor lugar para publicar tu trabajo.

La gente que gobierna nuestras ciudades no entiende el graffiti, porque piensa que nada tiene derecho a existir si no genera una ganancia, lo que, por cierto, hace que su opinión no tenga valor.

Dicen que el graffiti asusta a la gente y que es un indicio de la decadencia de la sociedad, pero el graffiti sólo puede ser peligroso en la mente de tres tipos de personas: los políticos, los ejecutivos de publicidad y los graffiteros.

Quienes realmente ensucian nuestros vecindarios son las grandes compañías que garabatean inmensos eslogans en edificios y autobuses, tratando de hacernos sentir mal si no compramos lo que venden. Ellos sí, esperan poder gritarnos sus mensajes en la cara, sobre cualquier superficie posible, pero nosotros no tenemos permiso para responderles. Bien, ellos comenzaron la pelea y una pared es el arma para responderles.





Algunos se convierten en policías porque esperan hacer del mundo un mejor lugar. Algunos se convierten en vándalos, porque esperan hacer del mundo un lugar con mejor vista.

—Fragmento del libro Banksy, Wall and Piece.

31 de diciembre de 2007

México y Malawi: ahí está el detalle

Artículo publicado en La Jornada escrito por Luis Hernández Navarro.

Salvo porque sus nombres comienzan con la letra “m”, Malawi y México parecen no tener mucho en común. Las diferencias en el tamaño de la superficie que ocupan, en su población y en sus economías son enormes. Sin embargo, es útil comparar sus políticas agrícolas porque mientras la agricultura mexicana se encuentra al borde del abismo, el país africano ha protegido y vigorizado la suya notablemente.

Durante años, ambas naciones cumplieron fielmente los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial. México, además, siguió al pie de la letra las medidas de liberalización comercial acordadas a raíz de la firma del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), que no son más que una versión más pura de las recetas del llamado Consenso de Washington.

Malawi es una pequeña nación africana sin salida al mar, ubicada en el sureste de África. Cuenta con una población de 12 millones de personas, que viven, en su mayoría, en zonas rurales. Su economía, preponderantemente agrícola, está muy poco desarrollada. La agricultura representa 42 por ciento del PIB y 82 por ciento de sus ingresos por exportación. Cultiva café, té, algodón y maíz. La ayuda internacional es fundamental para su funcionamiento.

En 2005 la cosecha de maíz fue desastrosa. Cinco millones de personas hambrientas requirieron de ayuda alimentaria de emergencia. No obstante, dos años después, la situación cambió drásticamente. Su producción del cereal es ahora excedentaria y la exporta a los países vecinos. Mientras que en 2002 cosechó poco más de medio millón de toneladas del grano, en 2007 alcanzó la cifra de 3.4 millones de toneladas. Malawi vende ahora más maíz al Programa Mundial de Alimentos de la ONU que cualquier otra nación de esa parte de África.

Lo que ha permitido a esa nación pasar de las hambrunas a siembras abundantes puede resumirse en un par de lecciones: subsidiar la producción agrícola, haciendo a un lado las presiones de los organismos financieros multilaterales para que no lo hiciera.

Según el FMI, Malawi tenía una “excesiva dependencia del maíz” y era más conveniente que lo comprara en el mercado mundial en lugar de cultivarlo, pues algunos de sus vecinos lo producen más barato. Un documento de la institución de junio de 2002 reconoce que “la estrategia del gobierno en virtud de los programas de 1998 y 2000 respaldados por el FMI y el Banco Mundial consistió en poner fin a la intervención del gobierno en el mercado de maíz y al mismo tiempo ofrecer subsidios alimentarios enfocados hacia los sectores pobres”.

El resultado de esta política fue fatal. El mismo Banco Mundial tuvo que admitir que la reducción de los subsidios internos había incrementado los precios de los fertilizantes a niveles alarmantes, y que no había reconocido la necesidad de mejorar los suelos. Según el economista Jeffrey Sachs, “los donadores eliminaron el papel del gobierno y se acumularon los desastres”.

En contra de los “recomendaciones” oficiales, Malawi decidió subsidiar los fertilizantes y, en menor medida, las semillas, así como otorgar un estímulo al incremento en la producción. De acuerdo con Patrick Kábame, funcionario del Ministerio de Agricultura, “nuestra gente está pobre porque carece de los recursos para aprovechar el suelo y el agua que tenemos”.

Muy otra es la actitud del gobierno mexicano. Frente a la entrada en vigor de la última fase del TLCAN, que implicará la devastación de amplias franjas del México rural, el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, aseguró que los productores mexicanos están listos para enfrentar el desafío y descartó que fuera a renegociarse el capítulo agropecuario del tratado. Lejos de reconocer la magnitud del desafío, el Ejecutivo lo enfrenta patrocinando comerciales en los medios electrónicos en los que aparece la golfista Lorena Ochoa defendiendo los “éxitos” de la agricultura patria. Los anuncios son una verdadera confesión de que lo único que conoce la mayoría de los burócratas de Sagarpa son los campos... de golf.

Ahogado el niño, los funcionarios mexicanos se niegan a tapar el pozo. Aunque el agro vive una de sus más severas crisis y a partir del próximo año la situación será aún peor, se niegan a tomar medidas efectivas en defensa del campo. Su estrategia de apostar el futuro del agro a una hipotética resolución de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para que Estados Unidos, la Unión Europea y Japón reduzcan los apoyos que brindan a sus productores no funcionó ni funcionará.

Llevar el asunto de los subsidios agrícolas a la OMC está condenada al fracaso. Primero, porque México renunció a los precarios instrumentos de protección que esta institución le ofrecía al pactar el TLCAN en los términos en que lo hizo. Segundo, porque el vecino del norte ha seguido siempre una política de doble moral en este terreno. Y tercero, porque la posibilidad de alcanzar un acuerdo en este punto está más lejos que nunca.

Para acabarla de amolar, la situación en el campo mexicano será aún más adversa a partir de la nueva coyuntura mundial. El nivel de reservas de granos y oleaginosas de acuerdo con los estándares históricos ha disminuido dramáticamente y sus precios se han incrementado. El costo del maíz, trigo, soya, se ha ido a las nubes. También el de los alimentos que se elaboran a partir de ellos, afectando a los consumidores pobres. La Ley agrícola de Estados Unidos próxima a aprobarse no parece contemplar una reducción significativa de las subvenciones. Por supuesto, el gobierno mexicano no ha hecho apenas nada para enfrentar adecuadamente el nuevo reto.

Bingo wa Mutharika, presidente de Malawi, dijo: “mientras sea presidente, no quiero ir a mendigar comida a otras capitales”. Por eso ha incumplido con las presiones de los organismos financieros multilaterales y defendido su agricultura. En cambio, al Ejecutivo mexicano no parece pesarle tener que importar cada vez más alimentos. El resultado de ambas posiciones es que el campo de Malawi florece y el mexicano fenece. Ahí está el detalle.

King Corn

Documental que habla sobre el maíz -la materia prima para crear una sociedad obesa- en nuestra vida diaria. Por cierto, Feliz 1o. de enero.

30 de diciembre de 2007

Planeta hambriento y obeso

En la población rural de Weitaiwu, a 60 millas de Beijing, China, la gente se saluda diciendo "Chi fan le ma?" -"¿ya comiste". La respuesta puede ser "Chi bao le" -"estoy satisfecho". "Hungry planet. What the world eats" (Planeta hambriento. Lo que come el mundo) es un libro que muestra, con imágenes, recetas y datos, la relación que tenemos con la comida. A continuación transcribo unos datos que bien merecen un Alka-seltzer.


Familia Casaleses, Cuernavaca, México.
Gasto semanal en comida: $189.09 dólares.
Gasto semanal en frutas y verduras: $44.21 dólares.
Gasto semanal en bebidas: $39.07 dólares.
Población con sobrepeso en el país, hombres/mujeres: 65/66%
Población obesa en el país, hombres/mujeres: 20/32%
Ranking mundial de consumo de Coca Cola por persona: número 1
Familia Batsuuris, Ulán Bator, Mongolia.
Gasto semanal en comida: $40.02 dólares.
Gasto semanal en frutas y verduras: $8.35 dólares.
Gasto semanal en bebidas: $1.74 dólares.
Población con sobrepeso en el país, hombres/mujeres: 46/66%
Población obesa en el país, hombres/mujeres: 5/25%
Número de restaurantes McDonald's en el país: 0
Familia Cuis, Weitaiwu, China.
Gasto semanal en comida: $57.27 dólares.
Gasto semanal en frutas y verduras: $11.84 dólares.
Gasto semanal en bebidas: $6.73 dólares.
Población con sobrepeso en el país, hombres/mujeres: 28/23%
Población obesa en el país, hombres/mujeres: 1/1.5%
Número de restaurantes McDonald's/KFC en el país (2004): 600+/1200
Familia Al Haggan, Kuwait.
Gasto semanal en comida: $221.45 dólares.
Gasto semanal en frutas y verduras: $46.59 dólares.
Gasto semanal en bebidas: $26.40 dólares.
Población con sobrepeso en el país, hombres/mujeres: 70/77%
Población obesa en el país, hombres/mujeres: 30/49%
Comida importada: 98%
Número de restaurantes McDonald's en el país: 37
Familia Revis, Carolina del Norte, E.U.
Gasto semanal en comida: $341.98 dólares.
Gasto semanal en frutas y verduras: $41.07 dólares.
Gasto semanal en bebidas: $77.75 dólares.
Población con sobrepeso en el país, hombres/mujeres: 72/77%
Población obesa en el país, hombres/mujeres: 32/38%
Consumo anual de refresco/Coca Cola por persona: 54.8/25.7 galones
Número de restaurantes McDonald's en el país: 13,491
Desperdicio doméstico anual de comida: 48 millones de toneladas
Porcentaje de comida procesada con algún ingrediente genéticamente modificado: 75

Planeta hambriento

Esta es la gran ironía de la nutrición: mientras que en el mundo hay cientos de millones de personas que no comen lo suficiente, cientos de millones de personas más comen demasiado, tienen sobrepeso o son obesos. Hoy en día, son más las personas con sobrepeso que las que están por debajo de su peso. Marion Nestle.
Irónico apellido de la autora del prólogo de "Hungry Planet. What the world eats" (Peter Menzel y Faith D'Aluisio), un libro que habla de los hábitos alimenticios de ciertas regiones del mundo a la vez que los muestra fotográficamente. La pregunta obligada ¿somos lo que comemos?

Familia Aymes, Tingo, Ecuador.
Familia Dongs, Beijing, China.
Familia Mendoza, Todos Santos, Guatemala.
Familia Bainton, Collingbourne Ducis, Reino Unido.
Familia Ahmed, El Cairo, Egipto.
Familia Cavens, California, E.U.

19 de diciembre de 2007

Las ventajas del TLCAN

Artículo publicado el 15 de diciembre de 2007 en la Jornada

“El TLCAN se agotó; ya no ofrece ninguna ventaja a México”: BBVA
La falta de acuerdos políticos e institucionales “ha pasado la factura”, indica el grupo español

Acuerdos comerciales de EU con Centroamérica mermaron la competitividad nacional, señala

Roberto González Amador

Convertir al país en un mayor receptor de inversión extranjera directa, la gran apuesta de la apertura comercial y financiera impulsada en México en recientes administraciones para propiciar desarrollo económico, es una estrategia agotada, al menos por ahora.

“Comparados con quienes más avanzan, México se ha quedado rezagado en materia de captación de inversión extranjera”, se asegura en un reporte de BBVA.

Para el grupo financiero español, propietario de BBVA-Bancomer, el principal grupo bancario de México, “las ventajas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se han agotado”.

El consorcio ofrece una explicación sobre el aletargamiento económico de México en años recientes, especialmente a partir de mediados de la década pasada, cuando la profundización de la apertura comercial y financiera fue mencionada como argumento para sentar las bases de un mayor crecimiento económico.

El jueves pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reportó que con un ritmo de crecimiento en 2007 similar al de Haití, México se mantuvo en la parte baja del desempeño económico en América Latina y así seguirá en 2008.

De acuerdo con el organismo regional de la ONU, en 2007 la economía mexicana crecerá 3.3 por ciento, un rango similar al de Haití y apenas arriba de Nicaragua (3 por ciento), los dos países más atrasados de la región. El desempeño de México estará 2.3 puntos porcentuales abajo del promedio de la región.

Para 2008, América Latina crecerá 4.9 por ciento, 1.6 puntos porcentuales arriba del pronóstico de 3.3 por ciento para México en el mismo periodo. La Cepal espera que Haití sí mejore su desempeño y logre un crecimiento de 4 por ciento. Prevé que Nicaragua se ubique en 3.5 y Ecuador en 3 por ciento.



Glorias pasadas

En un reporte publicado a finales de noviembre, BBVA considera que México se ha quedado rezagado como receptor de inversión extranjera directa y comenta que en este rubro el país “está viviendo de glorias pasadas”.

Cuando el gobierno de Carlos Salinas (1988-1994) profundizó el proceso de apertura económica y liberalización financiera, uno de los argumentos de quienes promovieron esta estrategia fue que más inversión extranjera propiciaría mayor crecimiento de la economía. Sobre esa línea se negoció el TLCAN.

“Comparado con quienes más avanzan, México se ha quedado rezagado en materia de captación de inversión extranjera. Puede haber diversas explicaciones, aunque la lección parece clara: el deterioro en los niveles de competitividad y el retraso en los acuerdos institucionales que garanticen estabilidad y mayor crecimiento en el mediano plazo han ido cobrando factura.”

Podría pensarse, añade, que el atractivo de México para albergar inversión ha ido en aumento: el monto captado en 2006, cercano a 19 mil millones de dólares, prácticamente duplica al registrado una década atrás (10 mil millones en 1996); representa, además, 20 por ciento del total destinado a Latinoamérica en el mismo año.

Sin embargo, los números absolutos resultan engañosos: si se miden como proporción del PIB, se observa que, luego del impulso del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, que ubicó a la inversión en niveles cercanos a 3 por ciento en 2000, la tendencia ha bajado desde entonces, aunque atenuada por operaciones financieras. El nivel alcanzado en 2006 es de 2.3 por ciento del PIB, algo similar al alcanzado en 1994, fecha de inicio del TLCAN.

De acuerdo con BBVA, sólo una parte de la inversión extranjera directa reportada, alrededor de 50 por ciento, son capitales frescos. El resto corresponde a cuentas entre filiales, reinversión de utilidades e importación de maquinaria. Comparada con la de hace una década, la inversión en nuevos proyectos pasó de 6 mil 400 millones de dólares a 7 mil 500 millones.

“Importantes al inicio, las ventajas que ofreció el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá a las exportaciones de México se han venido agotando. La especialización en actividades intensivas de mano de obra y bajo nivel de valor agregado rindió sus mejores frutos en los años 90.

“En la presente década, con la firma de acuerdos comerciales en materia textil entre Estados Unidos y diversos países de Centroamérica, pero sobre todo con la entrada de China a la Organización Mundial de Comercio en 2001, las ventajas relativas de México se han ido erosionando”, considera BBVA.

16 de noviembre de 2007

Moon walk y el libre mercado

A mediados de la década de los 80, Michael Jackson era conocido por caminar hacia atrás, cuando el ademán lo hacía parecer caminar hacia adelante. No sabía que con un baile ilustraba, casi de manera literal, el paso de la humanidad en los tiempos que vendrían.

Acoso

Escrito por Eva Usi para el diario La Jornada

Hasan Elahi, artista neoyorquino nacido en Bangladesh, se ubicó en la mira de la FBI como sospechoso de terrorismo por error. El también profesor de arte de la Universidad Rutgers, de Nueva Jersey, fue detenido en el aeropuerto de Detroit cuando volvía de una exposición en Senegal en un vuelo proveniente de Ámsterdam, Holanda.

Llamó la atención por su nombre de sonido árabe y la gran cantidad de millas acumuladas por sus constantes viajes.Elahi recuerda vivamente su llegada el 19 de junio de 2002. “Mostré mi pasaporte, como de costumbre y normalmente te dicen: ‘pase’; pero esta vez no fue así. El oficial se puso blanco cuando lo vio. Me dijo que lo siguiera y me llevó a un cuarto de detención. Después de un rato llegó un hombre de traje oscuro que me dijo que esperaba que yo fuera más viejo”, dice Elahi en conversación con La Jornada. Aquel interrogatorio duró horas, pero lo que más sorprendió a Elahi fue que le preguntaran dónde había estado el 12 de septiembre de 2001.

Su agenda electrónica fue su salvación pues pudo reconstruir sus actividades los días que siguieron a los atentados de Nueva York y Washington. Los servicios secretos estadunidenses creían que Elahi transportaba explosivos para Al Qaeda. En aquel entonces el también artista vivía en Tampa, Florida. Al parecer, una empresa de almacenaje en donde había rentado un espacio denunció a la policía que un hombre árabe había estado almacenando explosivos. “Por cierto que aquel 12 de septiembre fui a pagar la renta de aquel depósito y avisé que dejaría el lugar a finales de mes”, afirma. ¿Qué tenía guardado en dicho almacén? “Ropa de invierno, muebles que ya no uso, cosas que vendería de uno en uno en una venta de garage”, dice riéndose.

Pero en aquel momento el asunto no era de risa. Los agentes lo interrogaron una y otra vez a lo largo de seis meses. “Los agentes de la FBI que tuvieron que ver conmigo eran de temer, no sólo tenían un aspecto físico imponente sino una enorme capacidad para retener información y cuando te enfrentas a ese muro autoritario te comportas de una manera primaria, haces lo que el animal para sobrevivir. En mi caso fue cooperar. Tenía que hacerlo porque de lo contrario sabía que me podían enviar a Guantánamo sin siquiera decirme por qué. Se sabe de tanta gente que simplemente desaparece. El gobierno de Estados Unidos ni siquiera revela cuánta gente tiene desaparecida, quiénes son, ni por qué están detenidos”, afirma.


Del acoso surge la creación

Cuando por fin lo liberaron de todo cargo Elahi pidió una confirmación por escrito a lo que los agentes se negaron rotundamente pues sería reconocer como ilegales los interrogatorios a los que fue sometido. Harto del acoso policial por un delito que nunca cometió y temeroso de que algún día lo enviaran a Guantánamo, el artista pasó a la ofensiva. Desde hace cinco años documenta minuciosamente el transcurrir de su vida y la enseña en Internet. Su sitio www.elahi.org y http://trackingtransience.net, muestran, con ayuda de un GPS y su celular, el lugar exacto en donde se encuentra en tiempo real. Si pasó por Berlín y antes visitó la exposición Documenta en Kassel, el visitante puede ver qué comió, qué compró con su tarjeta de crédito y hasta los urinales que utilizó. Son más de 20 mil imágenes que documentan su vida hasta el absurdo.

Transparencia total fue la respuesta del profesor universitario a la vigilancia paranoica en Estados Unidos y la desconfianza generalizada contra las personas de aspecto árabe o musulmán. “Si tienes un nombre árabe entonces haz de ser musulmán y si es así tendrás explosivos, esa es la lógica. En Estados Unidos hay un enorme miedo al ‘otro’ y el gobierno de Bush ha sido muy efectivo en crear la sensación de ‘nosotros’ contra ‘ellos’”, añade Elahi.

El artista advierte sobre todo de una creciente radicalización en pequeñas localidades en provincia. “Es ahí donde hay que tener miedo: si pareces árabe y estás perdido en un pueblo en Wyoming, ¡cuidado!”, subraya.

En tanto la minuciosa documentación de su vida privada se ha convertido en el tema central de la obra del artista que exhibió este verano en la Bienal de Venecia y el Centro Georges Pompidou de París. Y su página se ha convertido en una especie de Big Brother para muchos: 150 mil visitas diarias registra su sitio electrónico, entre ellas, de la Casa Blanca. “Si buscas la página www.eop.gov no hay ninguna página bajo este dominio pero si te fijas en las direcciones electrónicas de gente que tienen el dominio ‘Executive Office of the President’ todos trabajan en la Casa Blanca. He recibido visitas de ellos, del Pentágono, de la CIA, del departamento de Justicia y de la FBI”.

¿Por qué lo siguen observando? Elahi no lo sabe. “Cerraron mi caso en 2002 pero lo más curioso es que el gobierno estadunidense no esconde ni su identidad ni que me está espiando.”

El imperio del consumo

—José Saramago

La explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales. Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble.

[...] La expansión de la demanda choca con las fronteras que le impone el mismo sistema que la genera. El sistema necesita mercados cada vez más abiertos y más amplios, como los pulmones necesitan el aire, y a la vez necesita que anden por los suelos, como andan, los precios de las materias primas y de la fuerza humana de trabajo. El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora; pero ni modo: para casi todos esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor. La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo.



El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En la fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar.

[...] Invisible violencia del mercado: la diversidad es enemiga de la rentabilidad, y la uniformidad manda. La producción en serie, en escala gigantesca, impone en todas partes sus obligatorias pautas de consumo. Esta dictadura de la uniformización obligatoria es más devastadora que cualquier dictadura del partido único: impone, en el mundo entero, un modo de vida que reproduce a los seres humanos como fotocopias del consumidor ejemplar.

El consumidor ejemplar es el hombre quieto. Esta civilización, que confunde la cantidad con la calidad, confunde la gordura con la buena alimentación. Según la revista científica The Lancet, en la última década la «obesidad severa» ha crecido casi un 30 % entre la población joven de los países más desarrollados. Entre los niños norteamericanos, la obesidad aumentó en un 40% en los últimos dieciséis años, según la investigación reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado. El país que inventó las comidas y bebidas light, los diet food y los alimentos fat free, tiene la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado ante la pantalla chica, pasa cuatro horas diarias devorando comida de plástico.

—Extractos del artículo El Imperio del Consumo.