30 de diciembre de 2010

Illusion of Truth

This is what psychologists call the illusion of truth effect and it arises at least partly because familiarity breeds liking. As we are exposed to a message again and again, it becomes more familiar. Because of the way our minds work, what is familiar is also true. Familiar things require less effort to process and that feeling of ease unconsciously signals truth (this is called cognitive fluency).

As every politician knows, there’s not much difference between actual truth and the illusion of truth. Since illusions are often easier to produce, why bother with the truth?

The exact opposite is also true. If something is hard to think about then people tend to believe it less. Naturally this is very bad news for people trying to persuade others of complicated ideas in what is a very complicated world.

Some studies have even tested how many times a message should be repeated for maximum effect. These suggest that people have the maximum confidence in an idea after it has been repeated between 3 and 5 times (Brinol et al., 2008). After that, repetition ceases to have the same effect and may even reverse.

Because TV adverts are repeated many more times than this, advertisers now use subtle variations in the ads to recapture our attention. This is an attempt to avoid the fact that while familiarity can breed liking, over-familiarity tends to breed contempt.

Tomado de danielmiessler.com

7 de diciembre de 2010

Los copiones educativos

Curiosa coincidencia. Copiones que somos en México. En enero de 2010 se presentó en el festival de Sundance la película Waiting for Superman. Meses después, a finales de octubre de este mismo año, se exhibieron en el festival Internacional de Cine de Morelia avances de la película ¡De panzazo!: el drama de la educación en México. Ambos documentales tienen dos elementos centrales en común: critican la educación pública en sus países y están financiados y avalados por importantes personajes del mundo empresarial.

Waiting for Superman está dirigida por Davis Guggenheim, autor de Una verdad incómoda. Ganó el Audience Award en el último Festival de Sundance. En ella participa Bill Gates. Aunque el filme está realizado por un liberal, la prensa conservadora lo elogió efusivamente. No es casualidad. La película ataca beligerantemente a los sindicatos magisteriales en Estados Unidos, critica a los maestros y hace un llamamiento a la privatización de la educación pública. De paso olvida mencionar pequeños detalles, como que el financiamiento estatal a la educación ha disminuido drásticamente. Algunos de los más serios investigadores en asuntos educativos de ese país han señalado que la cinta es deshonesta, carece de transparencia, está llena de verdades a medias y de desinformaciones.

¡De panzazo!: el drama de la educación en México es un documental de Juan Carlos Rulfo. En su realización participó Carlos Loret de Mola y el manejo de cámaras estuvo a cargo de alumnos de secundaria. Es un ejercicio fílmico al estilo de Michael Moore. Rulfo asegura que se inspiró en los resultados del estudio Contra la pared, de Mexicanos Primero. El documental fue financiado por Alejandro Ramírez, primer director de Mexicanos Primero e hijo del dueño de Organización Ramírez-Cinépolis. En la cinta es evidente la intención de criticar a Alonso Lujambio y a Elba Esther Gordillo, haciéndola responsable del caos educativo, en la misma tónica del discurso de las ONG del mundo empresarial y de los informes de la OCDE.

Como en Estados Unidos con Waiting for Superman, la cinta de Juan Carlos Rulfo forma parte de la ofensiva de la derecha empresarial contra la educación pública en México. A la cabeza de ella se encuentra la fundación Mexicanos Primero, los dos informes que ha elaborado, y la intensa campaña mediática que los han acompañado.

Según su presidente, Claudio X. González, el estudio Brechas: estado de la educación en México 2010, presentado el pasado 16 de noviembre, pone énfasis en la marcada desigualdad de oportunidades educativas en México. Concluye, de manera gravosa, que la escuela mexicana no es el instrumento de movilidad social que debería ser. Entre más necesitada la familia, más pobre es la calidad de la educación que reciben sus hijos. En parte así se explica la profunda y lacerante inequidad que se vive en México y la casi nula movilidad social que es otra herida nacional. Es decir, la escuela no combate o compensa de manera eficaz la desigualdad y la injusticia. Más bien parece perpetuar la condición social de cada cual.

El planteamiento no es novedoso. Es una copia de la visión educativa que se encuentra detrás de la cuestionada legislación estadunidense Que ningún niño se quede atrás (No child left behind), cuyo objetivo es mejorar la educación de todos los niños y medir la calidad de la educación a través de exámenes estandarizados de opción múltiple, responsabilizando a las escuelas por los resultados escolares. Pero, además de no ser original, está profundamente equivocado. Las escuelas por sí mismas no pueden superar las brechas de las desigualdades socioeconómicas. Pueden, sí, amortiguar algunos de sus efectos más perversos y promover circunstancialmente movilidad social.

Como señala la plataforma A broader, bolder approach to education, la evidencia demuestra que la superación de las brechas basadas en el estatus socioeconómico está presente incluso antes de que los niños inician su educación formal. A pesar de los impresionantes logros académicos de algunas escuelas que atienden a los estudiantes en desventaja, no hay pruebas de que las estrategias de mejora de la escuela por sí mismas pueden superar, coherente y de manera sostenible estas brechas. Sin embargo, existe sólida evidencia de que las políticas encaminadas directamente a superar las desventajas sociales y económicas relacionadas con la educación pueden mejorar el rendimiento escolar y logros de los estudiantes. Por supuesto, nada de esto dicen los informes de Mexicanos Primero.

El informe busca presentar a los maestros mexicanos como trabajadores irresponsables y privilegiados. Una de las herramientas para lograrlo es presentarlos como profesionistas corruptos que disfrutan de varias plazas simultáneamente. El documento señala que 75.9 por ciento por ciento de los docentes (802 mil 490) tiene sólo una plaza de jornada completa, mientras 17.8 por ciento (187 mil 754) tienen dos, y el resto (6.3 por ciento), tres o más.

Ciertamente hay casos de corrupción entre el magisterio promovidos por el liderazgo sindical afín a Elba Esther Gordillo y a las autoridades de la SEP. A los dirigentes oficialistas se les asignan las mejores plazas de manera discrecional. Pero no es el caso de la inmensa mayoría de maestros. Un profesor con la plaza base más baja percibe apenas 3 mil 200 pesos quincenales líquidos (después de descuentos). Con eso debe vivir. Y por eso, muchos buscan una doble plaza. Para poder tenerla los maestros deben pasar por un proceso de compatibilidad en el que la autoridad analiza las horas clase y el tiempo de traslado a las distintas escuelas donde enseña. Si no cumple con los requisitos, la doble plaza se le niega.

La ofensiva de la derecha empresarial mexicana abreva teóricamente del asalto a la educación pública en Estados Unidos, país en que los niveles educativos, fuera de las universidades de excelencia, es bastante pobre. Sin embargo, el modelo que se quiere copiar en nuestro país ha dado resultados pobres y limitados, cuando no francamente contraproducentes. Copiones que son nuestros empresarios.

Artículo escrito por Luis Hernández Navarro y publicado el 7 de diciembre de 2010 en La Jornada

15 de noviembre de 2010

Crisis

2 de noviembre de 2010

Rescate, contrastes y devastación

Más de dos meses después del derrumbe en el yacimiento de San José, en el norte de Chile, dieron inicio las operaciones finales de salvamento de los 33 mineros que se encuentran a más de 600 metros de profundidad como consecuencia de ese siniestro. Es inevitable contrastar las maniobras mencionadas, en las que participan las autoridades chilenas y compañías mineras nacionales e internacionales, con la indolencia, rayana en lo criminal, que mostraron en su momento el gobierno y los empresarios mineros en México tras el accidente registrado en la mina Pasta de Conchos, de Coahuila. Cabe recordar que, en los días y meses posteriores al 19 de febrero de 2006, en vez de consagrarse a rescatar a los trabajadores enterrados, esclarecer los hechos y resolver las pésimas y peligrosas condiciones de trabajo de los mineros, el gobierno federal se dedicó a proteger y ocultar las responsabilidades de la parte patronal: Grupo Minero México y su propietario y presidente, Germán Larrea Mota-Velasco. Paralelamente, la presidencia foxista emprendió una campaña de hostilidad y persecución contra la dirigencia sindical que criticó las omisiones y negligencias de la compañía.

El gobierno chileno no podría ser calificado como hostil a los intereses de los empresarios –todo lo contrario– y las compañías mineras en Chile no son menos depredadoras que sus contrapartes en otros países, incluyendo México; sin embargo, la conducta de ambos sectores da cuenta de un mínimo sentido de responsabilidad y de respeto a la vida humana, elementos que, por desgracia, estuvieron ausentes en el episodio de hace cuatro años en nuestro país.

El comportamiento empresarial y gubernamental en Chile tiene aspectos positivos, pero exhibe también una indignante insensibilidad mostrada hacia la situación de los 300 sobrevivientes del accidente del pasado 6 de agosto, quienes se quedaron sin trabajo y hoy reclaman, sin la atención de los reflectores mediáticos, el pago de sus salarios atrasados. Por elementales razones de congruencia, la operación de salvamento de los 33 mineros atrapados debiera ser acompañada con las indemnizaciones correspondientes de todos los trabajadores afectados, dentro y fuera del socavón.

No obstante, resulta reprobable el afán de lucro político y económico con que el gobierno de Piñera y los medios de comunicación nacionales e internacionales han aprovechado el accidente en semanas recientes: mientras que el primero utiliza el rescate como escaparate político, los segundos se han encargado de convertir la difícil situación de los mineros atrapados en un circo mediático, cuya motivación última no es precisamente el bienestar de los trabajadores y sus familias, sino la generación de oportunidades de negocio y el incremento de audiencias. La conversión en reality show de una circunstancia trágica en la que han estado en peligro tres decenas de vidas humanas, así como la transformación del sufrimiento y el riesgo en un producto de entretenimiento y promoción de imagen política son, por donde se les vea, una inmoralidad.

Los accidentes como el ocurrido en San José son frecuentes y hasta abundantes en el mundo, y suelen terminar con pérdidas de vidas. La comunidad internacional debe emprender una revisión a fondo de las consecuencias nefastas y devastadoras de la minería en términos ambientales y sociales, y atender las condiciones de precariedad, inseguridad y explotación en que viven los mineros en casi todo el mundo. Hoy día, la extracción de minerales configura uno de los contrastes más perversos de la economía global, pues no sólo produce enormes márgenes de ganancia para los conglomerados trasnacionales que la practican, sino también vastas cuotas de sufrimiento humano y destrucción comunitaria y ecológica. Los ejemplos abundan: desde los episodios de mineros accidentados en México y Chile hasta los recolectores de diamantes en territorio africano, pasando por los estañeros de Bolivia, los legendarios extractores de carbón de la cuenca minera de Asturias y los trabajadores de los yacimientos en China, donde los derrumbes, las explosiones y las inundaciones en minas cobran vidas humanas con una frecuencia inaceptable, en accidentes que podrían evitarse si se exigiera a las corporaciones mineras mayores inversiones en seguridad.

En suma, los gobiernos del mundo debieran tomar el episodio comentado como ejemplo, y consagrarse a regular en forma rigurosa a las firmas que operan en ese sector económico, ciertamente indispensable, a efecto de reducir su peligrosidad y su escandalosa capacidad de destrucción humana, social y ambiental.

Artículo publicado el 2 de noviembre de 2010 en La Jornada.

25 de octubre de 2010

El incendio francés

En las masivas protestas en Francia subyace un resentimiento colectivo contra Nicolas Sarkozy y la oligarquía financiera. A diferencia de las movilizaciones de 1995 y 2006, ahora los franceses saben que el rescate de las instituciones bancarias fue una trampa que derivó en desempleo, salarios insuficientes y trabajos precarios. Les indigna que el sector financiero se rehúse a hacer sacrificios y que sea beneficiario de las medidas económicas adoptadas por las autoridades.

PARÍS, 25 de octubre (Proceso).- La situación es explosiva. Por sexta vez en poco más de un mes, 3 millones y medio de franceses (1 millón, según el gobierno) se manifestaron en todo el país contra el proyecto de ley del presidente Nicolas Sarkozy que prevé retrasar la edad legal de jubilación de 60 a 62 años para los trabajadores de los sectores público y privado, y de 65 a 67 años para quienes no cotizaron el tiempo necesario para cobrar pensión completa.

Las llamadas grèves reconductibles (huelgas cuya duración varía dependiendo de las regiones y los sectores laborales) afectan primarias y secundarias, universidades, hospitales, el transporte público y a las grandes empresas, como las del sector eléctrico.

Un movimiento más radical encabezado por sindicalistas de la Confederación General del Trabajo, cercana al Partido Comunista, paraliza 8 de las 12 refinerías del país y amenaza con la escasez de gasolina.

Por si fuera poco, hace dos semanas la juventud empezó a participar en las protestas. El estudiantado no lo hace masivamente; hasta ahora los más activos son los alumnos de secundaria. En cuanto a los jóvenes trabajadores, si bien igualmente se oponen al proyecto de ley, tampoco toman parte en las manifestaciones, pues corren el riesgo de perder sus empleos, a menudo precarios; y los muchachos desempleados y desesperados de los suburbios aprovechan las movilizaciones para expresar su rabia con saqueos y enfrentamientos con la policía.

Según sondeos, entre 60% y 70% de los franceses apoya a los manifestantes. Sólo deploran los excesos de los jóvenes enardecidos. Muchos temen que el gobierno de Sarkozy aproveche esa violencia para desacreditarlos y asustar a la población.

Vulnerabilidad

La prensa habla de “tradición típicamente francesa de protestas” y de “crisis cíclica”, en alusión a los movimientos sociales de 1995 contra los proyectos de reforma del sistema de jubilación y del seguro social que paralizaron al país; o recordando las luchas de la juventud en 2006 contra el Contrato para un Primer Empleo, defendido por el entonces primer ministro Dominique de Villepin.

Algunos sociólogos, sin embargo, se muestran cautos con ese paralelismo que consideran superficial, reduccionista y peligroso porque no toma en cuenta cambios radicales que transformaron recientemente la percepción que los franceses tienen de la sociedad y del mundo.

El Instituto Wei, especializado en análisis sociológicos en torno de los procesos de elaboración de la opinión pública y los cambios de actitudes sociales en Francia, acaba de realizar estudios sobre estos temas a petición de las grandes empresas. Proceso averiguó que los análisis fueron leídos en círculos cerrados del Palacio del Elíseo y del Partido Socialista.

El sociólogo Alain Mercier Schmitt, director de ese centro de investigación, explica:

“Es obvio que lo que actualmente ocurre en Francia no se reduce a un movimiento cíclico de protestas sociales. Ciertamente, bajar a la calle para expresar oposición a medidas gubernamentales consideradas inaceptables y estallar huelgas es parte de la tradición de lucha social y del funcionamiento democrático del país.

“Pero lo que pasa en este momento rebasa esa tradición. Llevo 20 años analizando a la sociedad francesa y lo que he venido observando desde la crisis financiera de 2008 es absolutamente inédito. El impacto de esa crisis sobre la conciencia de los franceses fue considerable y se manifiesta actualmente.

“Con el derrumbe de Lehman Brothers la crisis financiera empezó a cobrar existencia en los medios. (…) La noticia del desplome de un banco de esa importancia fue un acontecimiento capital: los franceses (…) entendieron que el mundo en el que vivían podía derrumbarse de un minuto a otro. Descubrir eso fue un choque cuyas consecuencias no se borrarán durante mucho tiempo. No es fácil aceptar que acabamos de entrar en una era de vulnerabilidad globalizada.

“Voy a arriesgar una metáfora. Estamos en la situación de un cardiópata que toma conciencia de la fragilidad y de la importancia de su corazón. Antes el enfermo ‘sabía’ que su corazón era importante. Ahora ‘siente’ ese conocimiento. Antes de la crisis financiera todo el mundo ‘sabía’ que la economía era importante. Hoy cada uno ‘siente’ que es vital.

“Ese matiz tiene consecuencias capitales. Genera una modificación radical en la percepción que los franceses tienen de la economía. Los lleva a establecer una distinción drástica entre las lógicas especulativas de los mercados financieros y las lógicas productivas de la economía.

“Esa distinción tan clara es nueva. En los últimos meses hemos realizado entrevistas con un amplio abanico de franceses. Todos están dispuestos a hacer sacrificios para salvar la economía, pero de ninguna manera quieren ser los únicos en sacrificarse. La idea de que la oligarquía financiera pueda aprovecharse de sus esfuerzos sin participar en la salvación de la economía los indigna y los lleva a rebelarse. Es por eso que apoyan masivamente el movimiento social que sacude hoy al país.”

Ruptura

En un estudio publicado en marzo pasado, los investigadores del Instituto Wei recuerdan que en 2009 Sarkozy se empeñó en insuflar esperanzas a los franceses con una campaña a favor del “desarrollo duradero”, que presentó como una de las panaceas. Aseguró también que en pocos meses se lograría reequilibrar el mercado de trabajo, restablecer el poder adquisitivo y aumentar los salarios.

El año 2010 está a punto de terminar y ninguna de las perspectivas optimistas de Sarkozy se concretó.

“Por el contrario”, insiste Schmitt, “el desempleo es alto y no deja de aumentar. Peor aún, estamos alcanzando un nivel muy elevado de desempleo estructural.

“Semejante situación genera una correlación de fuerzas desfavorable para los trabajadores, mientras que la competencia entre empresas se endurece. Y quienes pagan por esa competencia son siempre los mismos: los empleados y trabajadores, cuyos salarios no aumentan y cuyo trabajo es cada vez más precario.

“Por si eso fuera poco, se multiplican las quiebras de pequeñas y medianas empresas, mientras que los bancos, que fueron salvados de la bancarrota por el Estado, rehúsan hacer préstamos.”

El director del Instituto Wei insiste: “Los franceses no se hacen ilusiones. Saben que Francia ya no está en una situación de crisis, sino que acaba de entrar en una situación de endurecimiento económico irreversible.

“A consecuencia de esa perpetuación de la crisis, el mundo económico francés se está volviendo cerrado, apremiante, sofocante y cada vez más duro para los individuos. Es un mundo en el que las relaciones entre empresas y empleados son más tensas que nunca, un mundo terriblemente áspero desde el punto de vista institucional, un mundo en ruptura total con el de la oligarquía financiera.

“Los franceses constatan que mientras más se endurece la esfera económica en la que están condenados a vivir, más próspera se ve esa oligarquía financiera: la revelación por parte de la prensa de lo que ganan los directivos de las grandes empresas les da asco, sin hablar de los beneficios de los bancos, que son exponenciales”, subraya.

Según Schmitt, una parte de los franceses llegó a la conclusión de que las esferas financiera y económica no tienen relación entre sí, lo que echa por tierra el dogma del liberalismo económico. Pero la mayoría dedujo que si la esfera financiera prospera, sólo lo hace a expensas de la económica.

En ambos casos los franceses vivieron un choque profundo que el director del Instituto Wei califica de ontológico.

“Los franceses hoy tienen muy claro que la esfera financiera no es ‘apátrida’, como se ha venido diciendo en los últimos años, sino ‘supranacional’. Se ubica por encima de las naciones. Y es preciso tomar la expresión ‘por encima de’ en todos sus sentidos. Es decir: por encima de los Estados, de las leyes, de los espacios nacionales –de los cuales incluso se burla– y de las jerarquías. La esfera financiera impone su poder a los Estados.”

Ojos sobre la banca

A raíz de esa toma de conciencia los franceses analizaron retrospectivamente y de manera radical la salvación de los bancos en 2008.

“Ahora están convencidos de que fue una gigantesca trampa, de que el Estado salvó a los bancos no porque es más poderoso que ellos, como lo pretendió hacer ver Sarkozy, sino porque no tenía otro remedio. El Estado obedeció a los bancos”, recalca Schmitt.

De igual forma, según el sociólogo los franceses entendieron que la drástica austeridad que la Unión Europea impuso a Grecia para salvarla de la bancarrota fue dictada por los mercados financieros. El ejemplo de Grecia fue también un elemento capital para desacreditar a la esfera política y a los gobiernos que parecen limitarse a ejecutar los dictados de los mercados financieros.

Schmitt enfatiza: los franceses consideran que el poder real está en manos de la oligarquía financiera y no en las de los políticos. Lo político está totalmente desacreditado.

–¿Ven a Sarkozy como subordinado a los mercados financieros?

–Por supuesto. La mayoría de los franceses están conscientes de la necesidad de reformar el sistema de jubilación. Pero aspiraban a hacerlo en forma democrática, con debates y concesiones de ambas partes. Sarkozy se rehúsa rotundamente a ese diálogo y se niega a hacer concesiones. Desprecia a la multitud de manifestantes. No toma en cuenta los numerosos gritos de alarma que surgen de todas partes. Semejantes indiferencia e inflexibilidad son insoportables para la opinión pública nacional, que se muestra cada vez más convencida de que la única meta de Sarkozy es complacer a los mercados financieros que exigen firmeza, intransigencia y rigor.

–La situación se va tensando, pero nadie parece saber qué pasará en los próximos días.

–Todo está en suspenso y todo se vuelve cada vez más peligroso. El plan de Sarkozy es que el Parlamento apruebe definitivamente el proyecto de ley sobre jubilación el próximo 25 o 26 de octubre. Después pretende pasar a otras reformas como si nada. La derecha es mayoritaria en ambas cámaras. A pesar de la inconformidad de un número creciente de parlamentarios, se impondrá la disciplina de partido y se votará a favor de la ley. Pero el precio que va a pagar Sarkozy va a ser muy alto.

–¿Qué quiere decir?

–Su autismo está creando un resentimiento colectivo sumamente fuerte. Después de la votación de la ley todas las relaciones sociales del país serán regidas y determinadas por ese resentimiento colectivo.

“¿Qué significa el hecho de que seis veces consecutivas un mínimo de 3 millones de franceses hayan marchado durante horas por las calles de las principales ciudades? Pues una cosa muy sencilla: quieren ser considerados sujetos políticos, ciudadanos responsables que tienen algo qué decir sobre las decisiones que determinan su futuro. No aceptan ser considerados miembros de un rebaño servil puesto a las órdenes de la oligarquía financiera.”

–¿La situación puede desembocar en algo violento?

–Están todos los ingredientes para que, en el corto o en el mediano plazo, brote la violencia. Como le dije, crecen la frustración y el resentimiento. Los manifestantes se sienten humillados. Además los jóvenes estudiantes y trabajadores están angustiados por esa sociedad que no les brinda perspectivas.

“En cuanto a los jóvenes marginados, su situación está peor que nunca. Los problemas que incendiaron los suburbios no fueron solucionados en absoluto. El ambiente en esas zonas urbanas periféricas empeoró en los últimos años. El abandono en el que se encuentran abrió el camino a una economía subterránea mafiosa y a un auge del integrismo religioso.”

Y apunta: “No hay mucho espacio para el optimismo”.

Artículo escrito por Anne Marie Mergier y publicado en Proceso.

22 de septiembre de 2010

Chomsky en los 100 años de la UNAM

Con trazo detallado, Noam Chomsky, el prestigiado lingüista estadunidense, expuso ayer en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el estado actual de la política exterior de Estados Unidos y la construcción del futuro del mundo. Desde cómo el gobierno de Barack Obama construye día a día el supuesto de la amenaza iraní para justificar una futura operación militar, hasta el entramado de las corporaciones trasnacionales para controlar los recursos naturales de la Tierra; desde la sorprendente capacidad de China para expander sus inversiones y su influencia hasta la evidente pérdida de la hegemonía estadunidense en un contexto global donde ya sólo Japón y Europa obedecen a Washington.

Concluyó con una advertencia: lo que el mundo está viendo no es precisamente el desplazamiento de Estados Unidos como potencia global con el surgimiento de las economías de China y la India. Más bien, si efectivamente estamos en presencia de un cambio global del poder, éste comprende el traspaso de poder de la fuerza laboral al poder transnacional.

Y a un costo muy alto. Trabajadores estadunidenses víctimas de una economía de finanzas y producción de exportación; campesinos hambrientos en India, millones que protestan por la pobreza en China, mexicanos que huyen del impacto que provocó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y el cual, según las organizaciones campesinas, ha provocado más daño al país que la Colonia española.

La conferencia magistral en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario fue organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) en el contexto del primer centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fue la segunda visita del profesor emérito del Insituto Tecnológico de Massachuesetts, después de la ponencia que pronunció hace un año, invitado por La Jornada. Chomsky recordó de lo que no habló en aquella ocasión: la situación de Irán frente al acoso de Estados Unidos y cómo se delinea en el horizonte un nuevo escenario bélico. Y por ahí arrancó, después de la presentación del director de la FCPS, Fernando Castañeda.

Dos horas después arribó a la conclusión de que para las sucesivas doctrinas imperiales –las de Bush padre, Clinton, Bush hijo y hasta el actual mandatario Barack Obama– el control del mundo no es cosa sencilla, ni siquiera para un Estado con un poder sin precedentes como es Estados Unidos. Ese poder se erosiona por todos lados. Y hasta en el patio trasero de Washington los súbditos se vuelven cada vez más desobedientes.

Uno de los indicios, o pasos hacia la independencia, observados por Chomsky es la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC, lanzada en la reunión cumbre de la Riviera Maya en febrero de este año), que incluye a Cuba y excluye a Estados Unidos y Canadá, lo cual en su opinión es un paso más allá de Unasur y tiene potencial para llegar a desplazar a la Organización de Estados Americanos).

Si la CELAC funciona efectivamente –advirtió el analista– las consecuencias afectarán la noción imperial, todavía vigente en la Casa Blanca, que el ex presidente Richard Nixon exponía así: Si Estados Unidos no es capaz de controlar a América Latina, no podrá imponer el orden en el resto del mundo.

En el pasado, los días del poder imperial

Esos días ya pasaron, sostuvo Chomsky. El año pasado China desplazó a Estados Unidos como el principal socio comercial de Brasil. En Medio Oriente, las exportaciones petroleras de Arabia Saudita –que posee las mayores reservas de hidrocarburos y donde Estados Unidos aún es el primer inversionista y socio comercial– se están yendo, en cerca de 50 por ciento, hacia los países asiáticos. Y el mismo escenario puede repetirse en Irak, si algún día logra levantarse de la masiva destrucción provocada por la ocupación angloestadunidense.

Otro signo citado ayer fue el surgimiento de la Organización de Cooperación Shangai, nuevo cártel petrolero que incluye productores y consumidores de Asia y expresamente cierra el paso a Estados Unidos.

Un indicador más de la pérdida de hegemonía estadunidense, poco comentado en los medios de comunicación occidentales, es que, por un raro accidente geológico, China posee 97 por ciento de tierras preciosas, ricas en componentes indispensables para el desarrollo de la electrónica y la industria verde. Ése es el futuro. Y las inversiones destinadas a la industria verde en China superan las que logran atraer los países europeos, Estados Unidos y Canadá juntos.

El catedrático, una de las voces más autorizadas del pensamiento crítico, apuntó al debate que acapara el discurso contemporáneo de las relaciones internacionales: ¿podrá China, junto con la economía de India, desplazar a Estados Unidos como el poder global dominante? Si llegara a ocurrir, no habrá que olvidar la realidad social y económica de esos pueblos: India ocupa un sitio en el ranking de desarrollo social cercano al de Camboya, Laos y Tayikistán. En China 40 por ciento de los niños no van a la escuela, aunque la sociedad del conocimiento ha crecido notablemente. Y el Banco Mundial estima que el ingreso per cápita de India es el dos por ciento del estadunidense”.

El año de Irán

El afán de control y expansión de Washington, hoy bajo la batuta de Barack Obama, sigue siendo, sin embargo, la amenaza del presente.

En su exposición, Chomsky refirió que fabricar una supuesta amenaza para mover fichas y controlar espacios y recursos es una vieja historia en el devenir del mundo, tan vieja como la doctrina bosquejada por Adam Smith en La riqueza de las naciones, en el siglo XVIII.

Aunque los protagonistas cambian –ahora son las corporaciones trasnacionales y los grandes grupos financieros los que detentan el poder–, esta teoría de las relaciones internacionales se sigue aplicando hoy, como en su tiempo lo hizo el imperio británico en India.

Bengala, hoy Bangladesh, era una de las regiones más ricas del mundo. Fue reducida a una situación de miseria de la que quizá ya nunca más pueda escapar. Lo mismo que Haití. Francia sigue torturando a su ex colonia, la más rica y fuente de buena parte de su riqueza. Haití y Bangladesh son los símbolos de la desesperanza y la desesperación. Las lecciones que entrañan estas dos historias son nítidas, aunque invisibles en la cultura imperial.

Advirtió que hoy, cuando supuestamente se ha cerrado el capítulo de Irak, es el turno de Irán. “Lo que sucede ahora en ese país se parece mucho a lo que ocurrió el siglo pasado. En 1953 Estados Unidos destruyó la democracia persa para instalar a un dictador, el sha. Pretendía transferir 40 por ciento de las concesiones petroleras, que entonces eran prácticamente robadas por lo que hoy conocemos como British Petroleum, a las compañías estadunidenses.

Algo muy similar ocurre hoy. Irán ha recuperado el control de sus recursos e intenta actuar de manera independiente. A Estados Unidos le interesa derrocar al régimen e instalar uno que sea más complaciente.

Publicado el 22 de septiembre de 2010 en La Jornada.

10 de septiembre de 2010

La revolución de los ricos

Una revolución está en curso. Mientras la mayoría de la población del país ha perdido la esperanza en el progreso, un reducido grupo de poder empresarial avanza en imponer sus ideas sobre el diseño de una política económica que beneficia a un puñado de personas. Es, como la caracteriza el profesor universitario Carlos Tello Macías, una revolución de los ricos.

Se trata de un proceso que acumula varios años. En México tiene hoy una expresión clara en la insistencia de las cúpulas empresariales y el grupo gobernante por profundizar una política económica, que en las tres últimas décadas redujo a un tercio el poder de compra de los salarios, aumentó la pobreza y estancó el producto interno bruto por habitante, como detalla el profesor Tello Macías en entrevista con La Jornada.

Catedrático en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, primer titular de la Secretaría de Programación y Presupuesto, ex director del Banco de México y embajador en Cuba, Portugal y la Unión Soviética, explica:

“Con mucha frecuencia se escucha que en el país, y en otras partes del mundo, están vigentes una serie de políticas como si hubiesen caído del cielo. No. Eso tiene sólidos antecedentes. En la primera parte de la década de los años 70 se puso en práctica lo que llamo la ‘revolución de los ricos”’, con propósitos muy definidos de sus impulsores.

Injerencia en universidades

El profesor Tello Macías ubica dos objetivos fundamentales de esa revolución de los ricos. Primero, recuperar la participación de las ganancias empresariales en el ingreso total, que había bajado a partir de los años 30 del siglo pasado, después de la gran recesión. Segundo, influir para que las ideas pro empresariales prevalecieran en el diseño de la política económica: Que sus ideas se tradujeran en políticas que dieran por satisfechos, o crecientemente satisfechos, sus intereses.

Iniciado a mediados de los años 70 del siglo pasado, este proceso se acelera en el mundo a partir del comienzo de los años 80 con la llegada al gobierno de Estados Unidos del republicano Ronald Reagan; de la conservadora Margaret Thatcher, en Gran Bretaña, y del también conservador Helmuth Kohl, en Alemania.

En México, el punto de partida del proceso es 1975. Ese año se creó el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) como colofón de meses de disputa entre el empresariado nacional y el entonces presidente Luis Echeverría, conflicto agudizado por la muerte, a manos de un comando guerrillero, del empresario regiomontano Eugenio Garza Sada en septiembre de 1973. En su declaración de principios, comenta Tello Macías, el CCE anticipaba claramente sus objetivos, tanto en materia salarial como en política económica o en el manejo de la educación.

Si ya tienen claro que quieren aumentar su participación en el ingreso nacional y que sus ideas sean las que prevalezcan en la conducción de la economía, el paso siguiente es conquistar el futuro actuando hoy. ¿Cómo? Actúan sobre el sistema educativo, y en la educación superior. Es simple demografía. De aquí a 25 años, dicen los impulsores de este proceso, los estudiantes que están en las aulas van a ser los que dirijan el país, desde distintas esferas.

Agrega: Lo que hicieron fue meterse a las universidades. En México así ocurrió también. Se puede ver en la forma en que se expandió la educación superior privada y en que se condujo la educación pública. Conquistaron el futuro de las universidades a partir de dar prestigio a sus ideas sobre la economía. Entre 1974 y 2000, en esos 25 años, 19 premios Nobel de Economía fueron otorgados a economistas que pensaban como ellos, que defendían esas ideas. Los programas de estudio de economía fueron restructurados para dar preponderancia creciente a las ideas contrarias al Estado, y se fueron abandonando las ideas que los economistas llamamos keynesianas, o sea, donde el Estado debe participar.

Se centra en lo ocurrido en México. A mediados de los años 80, en el gobierno del ex presidente Miguel de la Madrid, comienzan a aplicarse políticas de corte neoliberal, o neoclásico, como las llamábamos antes. Primero se redimensionó el Estado. Se redujo su papel en la economía, disminuyó el gasto público y comenzaron a ser vendidas empresas públicas bajo la idea de que el Estado no sabe hacer las cosas. Apunta: Una de las primeras en ser vendidas fue Mexicana; luego los particulares la echaron a perder, el Estado la recuperó y se las volvió a vender y la acaban de echar a perder otra vez.

Pienso que era necesario hacer una revisión de la forma en que el Estado venía participando en la economía mexicana, pero una cosa es una revisión para fortalecer unas cosas y eliminar otras, y otra cosa es pácatelas, vámonos.

En este proceso de redimensionamiento del Estado el salario mínimo redujo dos terceras partes de su poder real de compra entre 1980 y 2000, y el salario contractual perdió casi la mitad de su capacidad adquisitiva en el mismo periodo.

La segunda reforma tuvo que ver con las relaciones económicas de México con el exterior. De una economía relativamente muy protegida se pasó a la más abierta del mundo, sujeta a la competencia del exterior. Como resultado se rompieron las cadenas productivas, desaparecieron industrias completas y el país se volvió importador de alimentos. La tercera medida fue en el sistema financiero. Dejó de regularse el mercado financiero.

Flexibilización inaceptable

No es un recuento del pasado. Es enlazar un proceso que ahora pretende ser profundizado por los mismos que en México han hecho su parte en la revolución de los ricos. Como las tres reformas originales no han dado los resultados que de ellas se esperaban, en términos de crecimiento y de justicia social, ahora dicen que es necesario profundizar con nuevas reformas estructurales.

También son tres: flexibilización de las leyes laborales, inaceptable en varios de los puntos defendidos por el gobierno, como la eliminación de los contratos laborales, dice; otra de corte energético para, apunta, transferir la mayor parte posible de la actividad petrolera al sector privado, y una hacendaria, que implica reducir más el gasto público y cobrar impuestos únicos y universales y no necesariamente en función del ingreso, como ahora.

Sus reformas no han dado resultado. El crecimiento del PIB por habitante en los últimos 30 años fue de 0.5 por ciento en promedio anual, totalmente raquítico. De 1932 a 1982 ese crecimiento fue de 3.5 por ciento al año.

Pero en cambio esa revolución de los ricos ha sido exitosa para sus promotores, tanto en el terreno de la política económica, donde prevalecen las ideas contrarias a la participación del Estado, como en lo relativo a la distribución de la renta. En 1976, un año después de la creación del CCE, los salarios participaban con 44 por ciento del ingreso nacional y el otro 56 por ciento eran las utilidades de las empresas. En 2000 los salarios redujeron su participación a 33 por ciento y las ganancias la aumentaron a 67 por ciento del total, según datos ofrecidos por el académico.

Con la vista puesta en el presente afirma: no es cierto que no haya opción, que debemos seguir este camino porque no hay otro. Es falsa esa aseveración. Veamos el mundo. El mercado global funciona porque hay diferencias entre países, diferencias en política económica. Si todo fuese igual no tendría sentido que se moviera el dinero de un lugar a otro.

–¿Por qué estas ideas se impusieron de manera tan contundente?

–Hubo una idea que fue ganando fuerza: que lo que hace el Estado está mal hecho o es corrupto. Se fue generalizando esta idea. Sin duda había ineficiencia y corrupción en algunas actividades del Estado, pero también había eficiencia, manejo claro y transparente de las cosas. Tampoco se insistió de manera suficiente en que había otras opciones. El movimiento obrero organizado aceptó sin más la caída en los salarios, como si fuese algo inevitable.

–Hoy prácticamente no existe el movimiento obrero.

–A ese grado. No hubo oposición. Quienes promovían estas ideas tenían los medios y la fuerza para ello. También esto lo explica. Estamos hablando de gente poderosa, que pudo, en un abrir y cerrar de ojos, hacer universidades privadas en todas partes. Eso cuesta, y no solamente en dinero, sino en capacitar profesores. Contaron con los medios de comunicación social: la televisión, radio y la prensa escrita. Hay que ver los periódicos.

–Pareciera que México es refractario a la discusión que hoy existe en el mundo sobre el papel del Estado.

–Es interesante. Aquí se persiste, se continúa en la misma dirección. No hay una discusión pública de lo que pudiéramos llamar el proyecto de nación que queremos. No hay discusión de si estamos por el camino correcto o no; se asume casi por completo que vamos en sentido correcto. Se habla mucho de políticas públicas, pero algo que no es política pública es la política económica y la social. Es muy grave.

–¿Cómo ve el futuro inmediato?

–Lo que caracteriza hoy a un porcentaje muy amplio de la población, sobre todo a la joven, es la falta de esperanza de progreso. Se ha perdido. Claro que no la hay porque la economía no se mueve, no hay actividad económica y el crecimiento de la informalidad es enorme. No hay que olvidar que el informal vive en una situación que no sabe lo que le va a pasar mañana. Piensen en lo que eso entraña. ¿Cómo puede haber esperanza de progreso con esa situación? Y si luego añade la violencia que se ha desatado, entonces es preocupante.

La única manera de recuperar esa esperanza de progreso es si uno ve posibilidades de mejora en sus condiciones generales de existencia, con empleos seguros, ciertos, estables, con mayores ingresos. Pienso que si no cambia la política esto va a seguir y puede incluso empeorar.

19 de julio de 2010

Economía caseta de cobro

John Saxe-Fernández. La Jornada, Jueves 3 de Junio de 2010.

Cuando J. Stiglitz ratificó a La Jornada (29/5/10, p. 29) su crítica a la política de austeridad de Calderón ante la crisis financiera internacional, porque debilitaría la economía, lo relevante es que fue hecha por un ex economista-jefe del Banco Mundial (BM), empapado de las secuelas del recetario del BM-FMI y BID. Contra viento y marea, presidentes y hacendistas, es decir, los country managers de esas instituciones, (Salinas, Calderón, Carstens, etcétera) impulsaron el neoliberalismo con sus privatizaciones, extranjerizaciones, recortes al gasto social y los subsidios al campo, aumentos al IVA, a otros impuestos (menos a la cúpula empresarial exenta de esos cargos), a la gasolina y el diesel, con gran impacto en la población.
Lo más notable ha sido la “continuidad” PRI-PAN del modelo implantado hace 28 años. Quien revise el plan “México 2030 Proyecto de gran Visión”, pieza central del diseño sexenal de Calderón, cuyos documentos y análisis nos ofrece Nancy Flores, pronto descubre que es parte y parcela del blueprint vigente desde 1982, cuando se instaló el régimen fundado en la condicionalidad macroeconómica y por rama, atada a todas las líneas de crédito del FMI, BM y BID. El recetario oligárquico/imperial que esas instituciones, bajo la égida de la Casa Blanca, nos dosifican de aquí al 2030 por medio del PRI-AN, es una suerte de “economía caseta de cobro” (ECC), donde empresas extranjeras y nacionales estarían al mando y cobrarían por todo: desde el movimiento de las personas y mercancías, la investigación y desarrollo, el acceso a la información, la salud, educación, telecomunicaciones, carreteras, el servicio de agua, energía, medio ambiente, patrimonio cultural, etcétera.
No es asunto para el diván sicoanalítico sino para que una Corte Penal Internacional y un Congreso se pronuncien sobre crímenes de lesa humanidad y de lesa patria: en estos tres años de gobierno no sólo se desató una “guerra” al crimen organizado con una hipertrofia militar inadmisible en este tipo de campañas, que ensangrienta la nación con cerca de 25 mil bajas y masivas violaciones a los derechos humanos, desgasta las fuerzas armadas en funciones que no le corresponden y deja a la nación desarticulada, prácticamente sin “defensa nacional”, sino que, como apunta Flores, consolida a “…los monopolios privados, destruye las paraestatales y los servicios públicos, garantiza multimillonarios subsidios y exenciones fiscales al empresariado y robustece el aparato punitivo contra la protesta social” (Contralínea,7-III-10 p.23).
La ECC se articula por medio de asociaciones público-privadas, proyectos de prestación de servicios y obras públicas financiadas cubriendo áreas vitales: energía, hidrocarburos, transporte, telecomunicaciones, servicios urbanos, infraestructura ambiental, hidráulica, educación, salud, seguridad pública, campo, vivienda y desarrollo urbano. En cada rubro las secuelas del outsourcing son ruinosas. En educación superior la investigación la realizaría el sector privado y no universidades públicas como la UNAM, mientras en infraestructura y servicios se afectan funciones esenciales. Antonio Aguirre Rojas es puntual al respecto: “quien controla el agua, controla la vida y la reproducción de la gente; quien controla las carreteras, controla las posibilidades de movimiento; quien controla las telecomunicaciones, controla el mundo de las ideas y las posibilidades del acceso a la información. Todas son áreas estratégicas y, sin embargo, están siendo privatizadas” (p. 25).
Detrás del blueprint en EU y México, están bancos y corredurías: según la American Society of Civil Engineers, en EU es un “mercado multibillonario” de 1.1 billón (trillion) de dólares.
A la ECC la impulsan el BM-BID; el Grupo Carlyle (Luis Téllez); Citigroup (Banamex); Blackstone Group, Deutsche Bank; Goldman Sachs; etcétera. En tiempo de crisis hay delirio con el flujo de caja asegurado por la Economía Caseta de Cobro.
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Ocupación y guerra interna

John Saxe-Fernandez, La Jornada, Jueves 20 de Noviembre de 2009.

Es aleccionador revisar los documentos y los sucesos recientes que muestran que el Plan Colombia (PC) y su par, la Iniciativa Mérida (IM), forman parte de un diseño mayor de invasión y ocupación imperial en América Latina. Máxime si la indagación se realiza desde el vórtice histórico-geográfico del despojo territorial formalizado en el Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) y de la actual colindancia de México con EU, donde ahora, alrededor de la IM, se despliegan operaciones de espectro completo, es decir maniobras simultáneas aéreas, navales, y terrestres de EU, que dañan la soberanía nacional y conllevan una grave degradación de la función de defensa nacional.

En el PC y la IM el narcotráfico es la pantalla para el intervencionismo y la apropiación territorial, por medio de la fuerza policial-militar, para-militar, mercenaria y de inteligencia, sobre naciones donde se localizan recursos naturales estratégicos. Son plazas que EU utiliza para intervenir y agredir a toda la región. En un trabajo del Instituto de Estudios Estratégicos del Ejército de EU (2009) se plantea que por su énfasis en el lado de la oferta del mercado de los narcóticos, tanto el PC como la IM desatienden nada menos que las raíces socioeconómicas –el caldo de cultivo– y la estructura financiera del fenómeno; la corrupción oficial; el consumo en gran escala en EU y el inusitado suministro de armas de alto poder desde allá hacia México: "ponen poca atención a los problemas estructurales más profundos que alimentan el tráfico de drogas y la violencia que conlleva".

Una apreciación avalada por expertos nacionales y extranjeros que, entre otros puntos, indican que como no se ataca “…la estructura financiera de los cárteles, es predecible que aumente el número de víctimas y los casos de corrupción”. Sobre eso Jorge A. Medellín informa que según un alto oficial militar las dos preocupaciones cardinales del Ejército mexicano son "la guerrilla y el narcotráfico, en ese orden", cuando se esperaba que el narcotráfico fuera mencionado como la principal amenaza a la paz y la estabilidad. (Msemanal 16-11-09). Sin duda ese también es el orden de prioridades de los más de mil 400 agentes de EU –unos 700 son mexicanos-, que ya operan en territorio nacional, muchos mercenarios y ex integrantes de cuerpos de inteligencia de EU según informó La Jornada (8-11-09).

Estas no son contradicciones casuales, como lo ilustran documentos del Programa de Construcción de la Fuerza Aérea de EU para el año fiscal 2010 entregados al Congreso en mayo 2009 y recabados por Eva Golinger (axisoflogic.com) que muestran la intención de EU de utilizar las bases en Colombia –Palanquero, Malambo, Tolemaida, Larandia, Apiay, Cartagena y Málaga–, contra los países vecinos. Sobre Palanquero se estipula que “…garantiza la oportunidad de conducir operaciones del espectro completo por toda América del Sur”…"una sub-región crítica en nuestro hemisferio, donde la seguridad y estabilidad están bajo amenaza constante por las insurgencias terroristas financiadas con el narcotráfico, los gobiernos anti-estadunidenses, la pobreza endémica y los desastres naturales", evidenciándose que la "cruzada anti-narco" , además de algo secundario, es "cubierta" para las operaciones de espectro completo que, con las tres armas, incluyen apoyos a las capacidades para, el espionaje, la vigilancia, la agresión bélica y los operativos satelitales y encubiertos en tiempo real que incluyen tecnología aérea similar a la usada en Afganistán. La prensa mexicana informó que ya la Fuerza Aérea de EU, bajo la IM, "vigilará la frontera" con México aplicando "una estrategia como la usada en Afganistán".

Es en este contexto en que los intereses oligárquico-imperiales lanzan el escenario electoral 2010-2012: asaltando al sindicalismo independiente y propiciando, por medio de una política económica pro-cíclica, anti-popular y anti-nacional, los precipitantes de guerra interna.

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La excusa del narcotráfico

“La campaña antinarco en México, Colombia, Centroamérica y el Caribe, no ataca las raíces ni los pilares de la criminalidad y del tráfico de drogas: o los deja intactos o los acicatea. Eso sí, los utiliza como excusa para intervenir en tierra, aire y mar, junto al despliegue de bases, esquemas portuarios y empresariales de dominio económico-territorial sobre recursos humanos y materiales”.
Esta es la contundente opinión del especialista en estudios latinoamericanos John Saxe-Fernández, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al analizar el contexto internacional en que se da la participación de Estados Unidos, en la lucha contra el narcotráfico más allá de sus fronteras oficiales.
Al ser consultado por este Semanario, Saxe-Fernández criticó desde Ciudad México las políticas económicas de Estados Unidos que, mientras profundizan la pobreza en América Latina, “auspicia a los inversionistas foráneos como piedra angular del modelo”, el cual promueve la informalidad económica, la criminalidad y el narcotráfico.
Frente a esta coyuntura internacional, el experto sostiene que “Washington y su Pentágono saben que el estallido social está en curso y es de largo alcance y que muchos de nuestros pueblos están reaccionando a la crónica embestida de clase, de corte oligárquico-imperial y antinacional, tomando el mando de su destino, de su economía, de sus recursos, comercio y moneda, en mano propia. De ahí la reactivación de la Cuarta Flota (que incluye a la Marina de Guerra y a los Guardacostas de EE.UU.), el despliegue de bases en Colombia, y a un año del golpe en Honduras, la militarización de
Costa Rica”.
Según Saxe-Fernández, “el manejo que hace Washington de la dinámica entre armas,
negocios (bancos, empresas de inversión, petroleras, mineras, etc) y drogas, es central en la promoción del caos y la inestabilidad. Es la base y excusa para la intervención y ocupación militar, en curso en México y -por lo que veo- también en Costa Rica. Todo el mundo sabe que el instrumento militar no es central en cualquier diseño antinarco, que la información, la investigación policial, el control del sistema financiero y del flujo de armamento, sí son los rubros esenciales”.

15 de junio de 2010

El México real

Que no quepa la menor duda, todos los mexicanos quisiéramos tener y vivir en el mejor país del mundo y, aunque muchos de nosotros pensamos que México lo podría ser, una cosa es lo que quisiéramos y otra totalmente diferente es lo que hoy día es el país. La gran pregunta es ¿cómo y cuándo fue que el país se nos fue de las manos? Sin duda que hay mexicanos exitosos, sin duda hay muchas cosas de que enorgullecernos, pero también muchas de que avergonzarnos y estas últimas más que las otras, son hoy día las que estamos empezando a tomar como normales y ya ni nos sorprenden, más bien ya las toleramos, pues se han vuelto parte de la cotidianidad.

No podemos negar que de la Revolución para acá, el país ha cambiado, en general, para bien. Se crearon instituciones que han logrado beneficios a la población en general. La educación y la salud lograron tener avances significativos. Sin embargo, la economía ha sido un problema cada vez más difícil de resolver y en consecuencia, hay cada vez más pobres y los avances en los rubros mencionados se ven seriamente afectados. No se ha podido cumplir con el deseo de generar una calidad de vida buena para las grandes mayorías, al contrario, la población en su mayoría está cada vez más lejos de mejorar su nivel de vida y alcanzar para sus hijos un futuro promisorio.

Cuando Cárdenas expropió el petróleo en 1938 y llevó durante su presidencia un extenso reparto agrario, se marcó el momento en que México parecía tener un gran futuro y poder convertirse en un país soberano, independiente y exitoso. El tiempo nos marca, sin embargo, que los gobiernos que siguieron no condujeron al país en forma adecuada, pues en lugar de plantear una ruta crítica y planear el desarrollo del país a largo plazo con metas firmes, la nación se reinventaba cada seis años y poco a poco, avanzando como la humedad, se introdujo la corrupción como un modo de vida, hasta lograr como es hoy día, que eso sea parte de la realidad cotidiana en absolutamente todos los ámbitos de la vida nacional. Sumado a esto, la impunidad es ya casi la marca de la casa. A partir de mediados del siglo pasado, poco a poco también, nos hemos convertido en un país sometido a Estados Unidos, al grado que a principios del nuevo siglo, los panistas han perdido hasta la dignidad, pues la tibieza con que el gobierno, a través de la Secrtaría de Relaciones Exteriores, enfrenta la relación con Estados Unidos, da pena ajena. Si no, cómo explican esta decisión de que cualquier ciudadano extranjero que tenga visa estadunidense puede ingresar en el país sin mayor trámite. Es como si los extranjeros entraran al país vecino. Parece que nos autoanexamos, sin que nos lo pidieran. Por demás, la falta de contundencia al reclamo del asesinato (pues eso fue) del niño de 14 años por un agente de migración, da vergüenza y coraje. El gobierno debería llamar a cuentas al embajador de Estados Unidos y perseguir con toda la fuerza del Estado al culpable de este vil asesinato. La tibieza de la secretaria Espinosa es chocante, por no decir más.

Lamentablemente la dependencia enfermiza con Estados Unidos fue resultado de una falta de visión y acción política de muchos años. Nunca se planeó adecuadamente el desarrollo del país y se fue extendiendo la dependencia hacia los estadunidense hasta el punto que se ve difícil revertir el daño acumulado durante tantos años.

El centenario de la Revolución puede sin duda mostrar un conjunto de logros indiscutibles, pero todos estos están opacados por pésimas políticas públicas o quizás ausencia de ellas, que han ido cavando un pozo del cual se ve difícil salir. A la pregunta de cuándo fue que se robaron el país no se le puede dar fecha exacta, fue un proceso largo, que fue acompañado por algunos cuantos personajes que se coludieron con el proceso para obtener las mayores ganancias posibles. No podemos abstenernos de señalar que no sólo la clase política tiene la culpa, la tenemos también los ciudadanos, hemos construido una sociedad con nula civilidad. Todos queremos que el país cambie, pero nosotros los ciudadanos no queremos cambiar. Eso es inoperante.

El México real no es el que nos quieren convencer en base a propaganda hueca (léase Iniciativa México), el México real es el que sufrimos todos los días con problemas añejos, no resueltos, que deberíamos enfrentar en lugar de procurar impulsar la idea de que no existen.

Escrito por René Drucker Colín. Publicado en La Jornada el 15 de junio de 2010.

8 de marzo de 2010

Serge Latouche en México

El Decrecimiento, según Serge Latouche, es un eslogan hecho para romper las voces dominantes de la ideología del crecimiento –concepto perverso, porque en realidad es inconcebible que, en un mundo finito, pueda haber un crecimiento infinito. Dará conferencias del 9 al 13 de marzo, en la ciudad de México, Puebla y Cuernavaca.

Primera parte



Segunda parte