7 de agosto de 2009

Desigualdad


Un controvertido anuncio que reclama comidas más sanas en los comedores escolares y que presenta a las hijas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como ejemplo de quienes sí comen bien podría irritar a la Casa Blanca, según expertos.
"Si las hijas de Obama comen sano en el colegio, ¿por qué yo no?" se pregunta una niña negra en los carteles publicitarios colocados desde esta semana en el metro de Washington.

De momento, la Casa Blanca no ha hecho comentario alguno al respecto.
El anuncio no pasó desapercibido para el diario Político, que ha profundizado en quién está detrás de los mismos.

La niña que pone cara al anuncio se llama Jasmine Messiah, tiene 8 años, vive en Florida y va a un colegio público.

La campaña publicitaria está pagada por el grupo sin fines de lucro Comité de Médicos por una Medicina Responsable, que patrocina un proyecto de ley en el Congreso para que haya más frutas, verduras y opciones vegetarianas o con bajo contenido de grasas en los almuerzos que ofrecen las escuelas públicas.

Y la niña del cartel, según Político, escribió a las hijas de Obama, Malia y Sasha, pidiéndoles que escriban al Congreso para que aprueben la ley que obligará a dar de comer mejor a los niños en todas las escuelas.

Jasmine, que también le escribió a los congresistas, según Politico les pide así a las hijas de Obama que la ayuden: "Muchas escuelas, incluyendo la mía, no ofrecen suficientes frutas, vegetales y platos vegetarianos" .

"Me alegro de que vuestra escuela, Sidwell Friends, tenga ya muchas opciones sanas en su cafetería, incluyendo chile vegetariano y pizza de vegetales asados. Si trabajamos juntos, podemos conseguir que todos los estudiantes coman sano" .

Las niñas de Obama asisten a un colegio privado y exclusivo de Washington, el mismo al que fue Chelsea, la hija de Bill y Hillary Clinton.

El presidente del comité de médicos que auspicia la campaña, Neal Barnard, ha subrayado que "en la mayoría de las escuelas los niños y las niñas no tienen alternativa a la dieta con carnes, quesos y altas calorías, que contribuye a la obesidad infantil y los problemas de salud" .

Y añade que "el Congreso debe intervenir para que todas las escuelas, no importa cuán pobres sean, provean verduras, frutas, y opciones saludables sin lácteos, y el Congreso debe dar los fondos para que esto sea factible" .

De acuerdo con los Centros para Control y Prevención de Enfermedades, una de cada tres personas nacidas en 2000 desarrollará diabetes en algún punto de su vida.

Otros estudios han encontrado una tasa creciente de exceso de peso y obesidad entre los niños, y un incremento sustancial del problema entre los hijos de inmigrantes.

La causa, sin duda, es buena, pero el director de Estudios de Gobierno en el Instituto Brookings, Darrell West, ha destacado a Político el peligro que tiene utilizar a las niñas de Obama en un asunto así.

"Eso es especialmente relevante, en este caso, porque las hijas (de Obama) son muy jóvenes" y porque la Casa Blanca, desde el primer momento, ha tratado de crear un escudo protector para ellas.

En opinión de West, desde luego ésta "no es la mejor forma de ganarse el corazón del presidente" .

La misma opinión tiene Steven Roberts, profesor de Comunicación de la Universidad George Washington, quien subraya que el "mejor camino para conseguir algo no es enfadar a un presidente tan popular" .

En opinión de Roberts, el asunto está tan claro que, si él fuera el grupo "despediría al organizador de la campaña".
Nota publicada el 7 de agosto en El Universal.