4 de junio de 2009

Rescate o nacionalización

Si hubiera ocurrido en México o cualquier otro país latinoamericano, estaría hablándose de socialismo o, al menos, de populismo. Pero como sucede en Estados Unidos es el apropiado rescate del general Motor, que junto con el general Electric, son los personajes de celebrado chascarrillo gallego. Con 100 años de existencia, General Motors fue hasta el año pasado la principal fábrica de automóviles del planeta, la desbancó Toyota. Ayer se convirtió en Automotriz Obama al recurrir a la protección del capítulo 11 de la ley de quiebras. Bush le heredó el problema al nuevo presidente que de entrada se negó a darle otra ayuda de miles de millones de dólares sin tener la garantía de que los contribuyentes recuperarían su dinero y la empresa realmente saldría a flote. Irritaba a la opinión pública que sus altos ejecutivos llegaran en sus aviones privados a pasar la charola. El rescate le inyectará otros 30 mil millones de dólares, además de 20 mil millones que le proporcionó antes, pero se queda con 60 por ciento de las acciones. La Automotriz Obama funcionará mientras General Motors se restructura. En su momento venderá las acciones y recuperará el dinero de los ciudadanos. En México el pripanismo siguió otro procedimiento: los politicos suministraron miles de millones a los bancos como regalo y de pilón los entregaron al extranjero. ¿Sería gratuito el servicio?

Tomado de la columna Dinero escrita por Enrique Galván Ochoa.