La (vacía) era del consumo
Cuando a Franklin D. Roosevelt le preguntaron qué libro daría a los soviéticos para mostrarles las ventajas de la sociedad estadounidense, señaló el catálogo de los almacenes Sears.
Durante el período de expansión económica posterior a la II Guerra Mundial, los consumidores occidentales, y especialmente los de Estados Unidos, se convirtieron en los más privilegiados, y los más hostigados, del planeta.
A lo largo y ancho de Estados Unidos surgían nuevos anhelos con el desarrollo de centros comerciales que permitían a los consumidores comprar a todas horas en condiciones climáticas controladas. Cuando el centro comercial Southdale abrió sus puertas en Minnesota en 1950, sus anuncios proclamaban que "cualquier día sería perfecto para hacer compras en Southdale".
En la década de 1970 se calculaba que los estadounidenses pasaban más tiempo en los centros comerciales que en ningún otro sitio, aparte de sus lugares de trabajo y sus casas.
—Fragmento del libro Ansiedad por el Estatus, de Alain de Botton