13 de abril de 2008

Obesidad, corrupción y complicidad oficial

El gobierno mexicano y empresas como Coca-Cola, Pepsico, Nestle, Bimbo y Kellogg's son los responsables de que México haya alcanzado el segundo lugar en sobrepeso y obesidad en el mundo, después de Estados Unidos. De acuerdo con el director de la asociación civil El Poder del Consumidor (EPC), Alejandro Calvillo -quien demandó a dos de esas corporaciones por sus prácticas publicitarias-, la falta de control que las autoridades ejercen sobre las mismas es la causa de que, conforme a la ultima Encuesta Nacional de Salud y Nutrition, el 70% de la población adulta tenga problemas de sobrepeso u obesidad, así como 5.6 millones de niños y 7.8 millones de adolescentes. Dichas cifras se traducen en que uno de cada cuatro niños padece sobrepeso, y en que alrededor del 70% de ellos puedan ser también obesos en su edad adulta, con altas probabilidades de contraer diabetes. A juicio de Alejandro Calvillo, este panorama se debe en gran medida a la falta de aplicación de la ley contra las prácticas publicitarias de empresas como Nestle, Bimbo, Kellogg's, Pepsico y Coca-Cola, firma esta que sólo en México realiza el 11% de sus ventas mundiales. Al respecto, la Segunda Evaluación del Programa de Desayunos Escolares reveló que las familias indígenas del país gastan más de 20 pesos a la semana en refrescos y sólo 10 pesos en leche, lo que significa que el refresco es parte de la dieta diaria de 12.6 millones de indígenas (12% de la población mexicana). Por cierto que, dice el investigador, México no sólo tiene el segundo lugar en obesidad en el mundo, sino que ya alcanzó también el segundo sitio mundial en consumo de refrescos por persona: medio litro por día en promedio... Las refresqueras Aunque en 1969 Estados Unidos había prohibido el uso del ciclamato de sodio en los refrescos, y México hizo otro tanto el 15 de diciembre de 1999, el gobierno de Vicente Fox -quien fue directivo de la Coca-Cola– autorizó que esa empresa utilizara dicho aditivo para introducir al país la Coca-Cola Zero. Esto lo hizo mediante un acuerdo publicado el 17 de junio de 2006 (poco antes de dejar la Presidencia de la República) en el Diario Oficial de la Federación, contraviniendo las disposiciones de 1999, establecidas en el denominado "Acuerdo por el que se determinan las sustancias permitidas como aditivos y coadyuvantes". Dicha trasnacional -junto con Kellogg's y Matell- obtuvo recientemente el "premio al peor producto" en un congreso realizado en Sydney, Australia, que reunió a 220 organizaciones de consumidores de todo el mundo. Según el dictamen de Consumers International, "estas empresas han incumplido sus responsabilidades y abusan de la confianza del consumidor". Por ello, explica el director de EPC, Alejandro Calvillo, hace tres meses el organismo que representa lanzó la "Campaña Global de Rechazo a los Refrescos", para exigir a los gobiernos que obliguen a Coca-Cola y a Pepsico a "limitar la publicidad de refrescos y otras bebidas con alta densidad calórico vinculadas a la epidemia de la obesidad...". Aunque la iniciativa no fructificó, Calvillo apunta que otro de los graves problemas de salud de los niños es provocado por el consumo de aditivos comunes como el benzonato de sodio y los colorantes utilizados en bebidas y alimentos procesados. Presentes en los refrescos Coca-Cola y Pepsi, tales ingredientes ocasionan trastornos como déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en los niños. En México, continúa, la TDAH ocupa los primeros lugares de atención en clínicas psiquiátricas, en consultas al psicólogo y al pediatra, así como en escuelas, pues de acuerdo con datos que la Secretaria de Salud le proporcionó a El Poder del Consumidor, existen cerca de 1.5 millones de niños y 3 millones de adultos con este trastorno. "Pero si la empresa refresquera privilegiada en el sexenio de Vicente Fox fue la Coca Cola, en el actual de Felipe Calderón es la Pepsi", sentencia el director de EPC, y explica: Al inicio del ciclo escolar 2007-2008, la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, lanzó en las escuelas de educación media y básica del país la campana "Vive Saludable Escuela", de la empresa Pepsico, como parte de la estrategia de esta empresa productora de refrescos y botanas para contrarrestar el "Movimiento Bienestar" que había emprendido Coca-Cola. Alejandro Calvillo no tiene al respecto duda de que Josefina Vázquez Mota "cayó en el juego de relaciones públicas diseñado por Pepsico para posicionarse en las escuelas con los niños", pero más señala, tanto Coca-Cola como Pepsico "están sobornando a los directivos de las escuelas y cooperativas pagandoles por la exclusividad de su producto en las ventas internas, ya sea con dinero en efectivo o en especie".

Por su parte Kellogg's, que destina a los niños productos con altos niveles de azúcar y sal, "contribuyendo a la epidemia de la obesidad que sufren" los menores, fue responsabilizada por la Asociación Mundial de Asociaciones de Consumidores de incurrir en la manipulación y el engaño publicitarios para elevar la cantidad de pequeños que consumen sus productos. En articulos como Zucaritas, puntualiza Calvillo, 40% del contenido son azúcares, mientras que para Choco Krispis, Froot Loops y Chocos la cifra correspondiente es de 46%. Similar contenido calórico poseen los cereales procesador por la trasnacional Nestle dirigidos al mercado infantil (Nesquik, Trix, Lucky Charms y Cookie Crisp). En enero de 2008 Ia Asociacion Peruana de Consumidores y Usuarios, Consumidores y Usuarios de Chile y El Poder del Consumidor denunciaron al corporativo Bimbo por "engañar" a sus consumidores, pues en los empaques de Pan Integral Bimbo, Pan Integral Wonder y Pan Integral Orowet puso Ia leyenda integral 100%, cuando en realidad su ingrediente principal no es harina integral de trigo. E inclusive la Organization Mundial de la Salud (OMS), el Instituto de Medicina de Estados Unidos y la Carta Europea contra la Obesidad establecen cuales son los factores que propician el actual "ambiente obesigénico": La publicidad que promueve entre los niños el consumo de alimentos con altos contenidos de azúcares, grasas y sal. La predominancia de estos alimentos en las instituciones educativas. La falta de acceso a agua potable gratuita en escuelas y espacios públicos. La nula orientación nutricional sobre lo que debe y no debe comerse de manera habitual, y la falta de un etiquetado claro en los productos. El factor gobierno Pero a esos factores Calvillo agrega otro en nuestro país: la responsabilidad del Estado mexicano, ya que existen tres legislaciones que prohíben las campañas publicitarias "engañosas" y no se aplican: el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, la Ley Federal de Radio y Televisión, y la Ley Federal de Protección al Consumidor. "Si se aplicaran esas leyes -puntualiza-, una parte importante de la publicidad dirigida a los niños tendría que ser retirada del aire y sancionarse en dos aspectos: engaño publicitario y afectación de hábitos alimentarios." Pero hasta ahora, asegura, en México ninguna empresa ha sido sancionada por difundir publicidad "engañosa" dirigida a niños, aunque deteriore los hábitos de alimentación. Justamente El Poder del Consumidor presentó una denuncia contra Kellogg's y Nestlé ante la Secretaria de Salud porque la publicidad que dirigen a los niños "es uno de los factores que contribuye a generar la epidemia de sobrepeso y obesidad en la infancia". Pero, advierte, ese tipo de empresas continúan manteniendo el control político en México, como lo demuestra el hecho de que en marzo de 2001, con el voto del PAN y el PRI, la Cámara de Diputados rechazo una iniciativa para restringir la publicidad de los alimentos "chatarra" o para que ésta mostrara los efectos en la salud de los consumidores. Recuerda el investigador que las empresas ganaron gracias al cabildeo de Jaime Zabludovsky -quien fue jefe del equipo negociador del Tratado de Libre Comercio (TLC)-, hoy presidente de ConMéxico, que agrupa a estas grandes empresas. La tarea de Zabludovsky, precisa Calvillo, es evitar que se apruebe alguna regulación que afecte a las integrantes de ConMexico, tanto a nivel federal como estatal. Otro caso que le viene a la memoria es el momento en que Julio Frenk, secretario de Salud de Vicente Fox, apareció en un anuncio pagado por Pepsico y con los logos de Sonrics y Sabritas detrás de él. Frenk inauguraba una de las empresas de Pepsico y declaraba que no hay alimentos buenos y malos, sino dietas adecuadas y no adecuadas, expresa el representante de EPC. "Se estima -concluye- que en México, un niño que ve dos horas de televisión diaria presenciara 12 mil 700 anuncios de comida 'chatarra' al año: similares al comercial de Julio Frenk, y ninguno con orientación nutricional. Lo mismo ocurre en las escuelas, en donde predomina venta de comida 'chatarra' sin que las autoridades hagan nada al respecto."

Artículo de Patricia Dávila para el semanio Proceso.

Wall Street realmente se fundamenta en la codicia

No soy yo quien dice que Wall Street realmente se fundamenta en la codicia sino Stephen Raphael. ¿Y quién es Stephen Raphael? Es un antiguo miembro de la junta directiva de Bear Stearns, el banco de Wall Street que colapsó el mes pasado. ¿Y dónde dijo esto Raphael? En una entrevista con el Wall Street Journal, más o menos el periódico de casa en Wall Street. ¿Cuál era el punto que quería plantear Raphael? Quería explicar (¿o la idea era excusar?) el colapso de la firma. “Esto pudo ocurrirle a cualquier firma”, dijo.

Sí, en efecto pudo haber sido así. Y así fue. Entretanto, en el momento en que esto ocurría, el presidente de la junta, Jimmy Caines, muy quitado de la pena jugaba bridge en un torneo. Algo no muy listo por parte de un banquero codicioso. El resultado es que perdió casi toda su fortuna personal, y otra voraz firma, JP Morgan Chase, llegó como buitre y liquidó a su víctima. Ah, incidentalmente, 14 mil empleados de Bear Stearns están, o muy pronto estarán, sin empleo.

¿Es entonces el capitalismo únicamente codicia? No, hay otras cuestiones relativas a éste, pero la codicia juega un gran papel. Y la codicia, por definición, trabaja por algo a expensas de otros. Así que algunas compañías van a la bancarrota en estos días –en Wall Street, y en todo el resto del mundo– y otras no. Estados Unidos como país va a la bancarrota y otros no. Estados Unidos no le llama bancarrota, pero esa es la verdad.

¿Es siempre así? No. No siempre. Sólo la mitad del tiempo. Revisemos cómo fue que Wall Street y Estados Unidos se metieron en este vericueto particularmente desastroso. Todo comenzó bien, para Wall Street y Estados Unidos, en 1945. La guerra había terminado. La guerra estaba ganada. Y Estados Unidos era la única potencia industrial cuyas fábricas estaban intactas, no las habían afectado los daños de tiempos de guerra. En otras muchas partes había ciudades destruidas, y hambre real en Europa y Asia.

Estados Unidos estaba empeñado en hacerlo bien, y lo hizo bien, muy bien. Podía producir más que nadie en el mundo, y obtener las recompensas. Hizo un trato con la Unión Soviética (retóricamente le llamamos Yalta) con el fin de que no hubiera guerras nucleares que pudieran realmente dañar a Estados Unidos. Y en casa, los grandes manufactureros hicieron un trato con los grandes sindicatos para que no hubiera huelgas destructivas que interfirieran con la lucrativa producción. Se avizoraron tiempos promisorios, y el nivel de vida creció de forma dramática. De hecho, los años posteriores a la guerra resultaron ser bastante promisorios para casi todo el mundo. Fue el momento de la mayor expansión de la producción, de la ganancia, de la población, y sí, de bienestar general en la historia de la economía-mundo capitalista. Los franceses llamaron a esa época “los gloriosos 30 años”.

¿Deben terminar todas las cosas buenas? Bueno, cíclicamente, en los 500 años del sistema-mundo moderno, me temo que esto ha sido siempre cierto. Cuando todo el mundo comienza a sacar ventaja de la expansión económica, la tasa de ganancia tiene que bajar. La ganancia de la producción depende de la relativa monopolización de las industrias principales. Pero si muchos países tienen acereras o fábricas automotrices (las industrias principales de ese tiempo), hay mucha competencia. Y pese a todos los lemas sin sentido, la competencia no es buena para los capitalistas. Reduce las ganancias.

Y cuando se le pega muy fuerte a las ganancias, el sistema-mundo entra en uno de sus etapas periódicas de estancamiento. Esto ocurrió cerca de 1970. Y, en caso de que nadie lo haya notado, las cosas no han sido muy promisorias desde entonces, pese a que de nuevo se invocan lemas sin sentido. ¿Qué ocurre en un periodo de estancamiento económico mundial? Las fábricas se comienzan a mover fuera de sus anteriores enclaves (como Estados Unidos, pero también Alemania, Francia, Gran Bretaña y Japón) a otros países (como Corea del Sur, India, Brasil y Taiwán) en busca de menores costos de producción. Parece bueno para los nuevos lugares del acero y la producción de automóviles, pero significa despidos en los antiguos centros de producción.

Pero esas fábricas fugitivas no son toda la historia. ¿Qué hacen los grandes capitalistas, si quieren hacer dinero, en tiempos de menores ganancias procedentes de la producción? Empiezan a mover su dinero de las empresas productivas a las financieras. Es decir, empiezan a especular. Y, en tiempos de especulación, la codicia no conoce límites. Así tenemos los llamados “bonos de desecho” (de muy alto riesgo pero de grandes rendimientos) las “adquisiciones forzadas” (conocidas en inglés como takeovers), “hipotecas abiertas” y “fondos de cobertura” y todos esas cosas curiosas con nombres curiosos. Parece que aun Robert Rubin, una de las personas realmente grandes en el mundo de las finanzas, admitió recién que en realidad él no sabe lo que es un “liquidity put” (una especie de “rembolso asegurado”).

La historia que subyace –desde 1970 en adelante– es una de endeudamiento, una deuda más y más grande. Las corporaciones, los individuos, los estados, piden prestado. Todos viven por arriba de sus ingresos reales. Y, si uno se halla en situación de pedir prestado (eso que se llama crédito), uno puede vivir con mucho lujo. Pero las deudas tienen un lado difícil. En algún punto, se espera que uno reintegre su deuda, que pague. Si no lo hace, hay una “crisis de deuda” o “bancarrota” o, si uno es un país con divisas, que ocurra un descenso dramático en la tasa de cambio.

Eso es lo que conocemos como burbuja. Si uno infla un globo lo suficiente, no importa que tan bien nos haga sentir, en algún punto el globo revienta. Y todo mundo está asustado, como debería estar. Cuando la burbuja realmente reviente, será muy doloroso. La cosa es que es mucho más doloroso para algunos que para otros, aunque sea doloroso para todos.

En algún momento, puede que para Estados Unidos resulte ser lo más doloroso, como país, para los capitalistas, y sobre todo para los ciudadanos ordinarios. Parece que Estados Unidos no ha gastado más que miles de millones sino billones de dólares en algunas guerras en Medio Oriente que ha estado perdiendo. Y parece que el país más rico del mundo no tiene en sus arcas billones de dólares. Así que los ha pedido prestados. Y parece que su crédito en 2008 no es tan bueno como lo era en 1945. Parece que los acreedores de hoy están renuentes de “ponerle dinero bueno al malo”. Y parece que Estados Unidos podría ir a la bancarrota, como Bear Stearns.

¿Acaso serán China o Qatar o Noruega, o una combinación de ellos, quienes compren Estados Unidos a dos dólares o aun a 10 dólares por acción? Qué pasará con todos esos juguetes extremadamente caros que Estados Unidos sigue comprando, bases militares en cientos de países, esos aeroplanos y esos buques y esos armamentos que constantemente pide Estados Unidos que le traigan para sustituir los juguetes de ayer? ¿Quién va a alimentar a la gente en las filas de comida de los desempleados? Regresen la década que viene, y déjenme saber.

Traducción: Ramón Vera Herrera

Artículo escrito por Immanuel Wallerstein y publicado el 13 de abril de 2008 en la Jornada.

10 de abril de 2008

Recesión, América Latina, China y E.U.

América Latina sufrirá menos, porque se ha volcado a ampliar vínculos con China, dicen
La recesión de EU golpeará con más fuerza a México: BM-FMI
Roberto González Amador y David Brooks (Enviado y corresponsal)
Washington, DC, 9 de abril. La recesión a la que se encamina Estados Unidos golperará a México con más fuerza que a otros países latinoamericanos. La razón, según los dos principales organismos financieros del mundo, es que el país ha mantenido en los últimos años su dependencia respecto de la economía estadunidense, mientras sus vecinos de la región se han volcado a buscar mayores vínculos con China, una de las principales fuentes de crecimiento en la actualidad.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó hoy que el producto interno bruto (PIB) de México crecerá sólo 2 por ciento en 2008, un punto menos que lo estimado por el organismo hace apenas seis meses, pero 1.5 puntos abajo del pronóstico de 3.5 por ciento anticipado el año pasado.

Buen crecimiento en Argentina, Colombia, Venezuela y Perú
La proyección para México, contenida en el Panorama de la economía global, publicación semestral del Fondo, considera que la desaceleración estadunidense impondrá un lastre en el crecimiento de México, uno de los cinco mayores productores de petróleo. En contraste, añade, el crecimiento en 2008 se mantendrá elevado en Centroamérica y en las naciones sudamericanas exportadoras de materias primas, en especial, dice, en Argentina, Colombia, Perú y Venezuela.

El crecimiento de México esperado por el FMI para este año, de concretarse, sería el más bajo para el país desde 2002, cuando el PIB avanzó 2 por ciento. Con ese desempeño, la economía mexicana habrá repuntado 2.9 por ciento en promedio anual en el primer bienio de la actual administración federal, y 2.5 por ciento, también en promedio anual, desde que el Partido Acción Nacional llegó a la Presidencia, en diciembre de 2000. En los últimos cinco años de la gestión del ex presidente Ernesto Zedillo, el PIB avanzó 4.8 por ciento cada año, en promedio.

Más que los números, el FMI y el Banco Mundial encuentran que el desempeño de México este año será lastrado por su absoluta dependencia de Estados Unidos, situación que otras naciones de la región comienzan a equilibrar.

En el Panorama de la economía global divulgado hoy, el FMI considera que Estados Unidos entró en una recesión “moderada” que reducirá su crecimiento a sólo 0.5 por ciento en 2008 y 0.6 por ciento en 2009. Esas proyecciones significan una reducción de 1 y 1.2 puntos respecto de lo calculado por el organismo en enero pasado. La causa del ajuste es la crisis del sector hipotecario, con una caída de precios en el valor de la vivienda hasta de 20 por ciento (lo que implica que una propiedad perdió una quinta parte de su valor, mientras el saldo de la hipoteca se elevó por el alza de tasas de interés) y la contracción en el consumo, actividad que aporta dos tercios del PIB estadunidense, según el FMI.

Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, comentó hoy que la recesión en Estados Unidos afectará a la región “en la medida de su duración y profundidad”, aunque no se verán los efectos devastadores del pasado, “dado que la economía regional está ahora mucho más ligada a China”. Con la excepción, destacada por el propio experto, de México, que no ha reforzado sus vínculos económicos con el gigante asiático.

De la Torre aseguró que el “crecimiento latinoamericano se ha pegado más al de China” que al de Estados Unidos, como ha sucedido históricamente. La forma en que se ha dado el fenómeno, nuevo para la región, es a través de un aumento de las exportaciones latinoamericanas a China, en especial materias primas y particularmente alimentos y metales, junto a un incremento de las inversiones de la nación asiática hacia el continente.

El economista del Banco Mundial consideró “una buena noticia” la diversificación que han logrado la mayoría de países latinoamericanos respecto de su tradicional socio comercial.

“El hecho de que el crecimiento de América Latina esté actualmente más ligado al de China, lo único que nos dice por ahora es que a la región sí le afecta lo que pasa en Estados Unidos, pero que el impulso que recibe de China importa más. Es el comienzo de la bifurcación de una tendencia”, dijo De la Torre.

–¿Qué pasa con México?

–La excepción es México. No se observa que el país participe del fenómeno que se ve en el resto de Latinoamérica.

México tendrá en 2008 un desempeño más que modesto, de 2 por ciento, un crecimiento de la economía apenas arriba de la dinámica demográfica, que es de 1.7 por ciento anual. En contraste, el FMI anticipó que en 2008 Argentina crecerá 7 por ciento, misma tasa anticipada para Perú; Brasil avanzará 4.8 por ciento, y Venezuela, 5.8 por ciento.

China, que se convierte en una fuente de crecimiento para Latinoamérica, crecerá 9.3 por ciento en 2008 y 9.5 por ciento en 2009.
Publicado en la Jornada el jueves 10 de abril de 2008.

5 de abril de 2008

El futuro de la comida

Los transgénicos fueron considerados "básicamente equivalentes" a la comida normal y entraron en la categoría de los "en general reconocidos como seguros". Documental que muestra la voracidad de las corporaciones y la indefensión -hasta ahora- de los agricultores y el consumidor final.

www.Tu.tv